Rafa Creus, Cristina Bou, Margalida Portells, Francesc Miralles y Kika Coll, ayer en La Misericòrdia tras la toma de posesión del vicepresidente. | Joan Torres
Francesc Miralles, nuevo vicepresidente de Cultura, Patrimoni i Esports del Consell de Mallorca, lanzó este martes en La Misericòrdia su primer mensaje durante el traspaso de poderes de su departamento por parte de Joan Rotger: «Hay que superar eso de quitar las cosas que otros hicieron bien y funcionan». Un gesto con el que se refería a la gestión realizada por el anterior equipo del PP. El suyo, que, de momento, contará con la restauradora Kika Coll al frente de Patrimoni, llega ahora «a poner nuestro granito de arena»: «Queremos fomentar la participación e incorporar a los colectivos y asociaciones que trabajan para la cultura en la toma de decisiones».
6 comentarios
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Peperos fanaticos de la mentira hablan como si huviesen hecho algo bien.hay en las urnas esta la respuesta de vuestros mandatos y desigualdad.vosotros los mangantes y ricos pensais ke sois superiores y muy pronto pasareis a ser como nosotros osea pobres
Aquest Miralles és el millor de tots el polítics nous que han entrat. JA HO VEUREU........
Por lo menos alguien con dos dedos de frente. El TIL, se diga lo que se quiera, era un buen instrumento que podría haber dado sus frutos a medio plazo. ¿Que se pudo hacer de otra manera?. Evidentemente. Pero se ha derogado sin proponer nada a cambio. Lo quito porque lo puso en marcha mi adversario político y porqué, además, me sale de los cataplines. Así no vamos a ningún sitio. Peor: retrocedemos.
Cuándo cesará a los 4 cargos políticos del Principal? Estaría bien ahorrar sus salarios de todo el verano...
Vendría bien la transparencia de la gestión, sobre los gastos, sobre los sueldos de los funcionarios que trabajan, así como sus convenios y horas reales trabajadas. Esto sería una buena novedad que la ciudadanía agradecería.
Concurso de méritos para el Teatro Principal. Bien. Supongo que también habrá un concurso de méritos para el próximo gerente de la Simfònica ¿no?