Rafa Creus, Cristina Bou, Margalida Portells, Francesc Miralles y Kika Coll, ayer en La Misericòrdia tras la toma de posesión del vicepresidente. | Joan Torres

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Francesc Miralles, nuevo vicepresidente de Cultura, Patrimoni i Esports del Consell de Mallorca, lanzó este martes en La Misericòrdia su primer mensaje durante el traspaso de poderes de su departamento por parte de Joan Rotger: «Hay que superar eso de quitar las cosas que otros hicieron bien y funcionan». Un gesto con el que se refería a la gestión realizada por el anterior equipo del PP. El suyo, que, de momento, contará con la restauradora Kika Coll al frente de Patrimoni, llega ahora «a poner nuestro granito de arena»: «Queremos fomentar la participación e incorporar a los colectivos y asociaciones que trabajan para la cultura en la toma de decisiones».

Después de presentar al nuevo equipo del departamento -a excepción de la directora o director insular de Cultura-, vicepresidente entrante y saliente se sentaron unos minutos y mantuvieron en privado una breve charla. Joan Rotger compartió con las nuevas caras de Cultura que «es un departamento ‘muy guapo' en la gestión y pensamos que aquí os sentiréis muy a gusto».

Miralles compartió con Ultima Hora algunas de las líneas que marcarán su gestión. «Tenemos que incorporar a los colectivos y las asociaciones en el debate del modelo de cultura que queremos para esta tierra». Para ello, adelantó que contará también con la parte del sector «institucional, porque hay un colectivo de ayuntamientos que dispone de una cantidad de infraestructura dedicadas a la acción cultural y que están infrautilizadas». Entre todos esos espacios, Miralles se refirió al que ahora será sede de su vicepresidencia, La Misericòrdia. «Esto tiene un potencial como centro cultural de referencia en Mallorca y es uno de los objetivos que nos marcamos».

Sobre el Teatre Principal de Palma, recordó que habrá un concurso de méritos para la elección de la gerencia.