En la exposición, que podrá visitarse desde el próximo 21 de enero hasta el 12 de febrero, la galería Mayoral de Barcelona presentará una reproducción del interior del taller del artista para celebrar el 60 aniversario de su fundación en 1956.
La muestra está comisariada por la directora de la Fundación Pilar i Joan Miró de Palma de Mallorca, Elvira Cámara, y producida en colaboración con el historiador de arte Joan Punyet Miró, nieto del pintor.
El montaje incluirá 25 réplicas de pinturas y dibujos, así como vídeos, fotografías y documentos inéditos del proceso de trabajo de Miró.
Según informa el diario británico «The Guardian», la recreación se está llevando a cabo con la ayuda de instantáneas tomadas en los años setenta por Jean-Marie del Moral, una de las pocas personas de confianza que tuvo la oportunidad de capturar el lugar, y también a partir de las memorias de Joan Punyet Miró.
Asimismo, los hermanos Mayoral reproducirán los lienzos con pintura salpicada que hacen la función de alfombra y están intentando encontrar a alguien que teja una copia del «sol de palmas», la cara de un sol hecha con hojas de palmera que cuelga del techo del taller.
El interior del estudio fue originalmente hecho a medida para Miró por su amigo el arquitecto Josep Lluís Sert por medio de cartas enviadas desde Estados Unidos, donde por entonces era profesor de Harvard.
El espacio, que incluye una bonita galería añadida tras su muerte, es ahora un museo lleno de contenidos muy personales, como piezas sin terminar colocadas todavía en sus caballetes o apiladas contra las paredes.
Reúne también cómodas sillas de campo donde el autor se sentaba a reflexionar, tubos de pintura y pinceles apoyados en tazas, juguetes, cerámicas locales, así como guijarros y ramas que metía en los bolsillos durante sus largos paseos por los campos de alrededor.
Punyet Miró precisó que su abuelo «podía hacer un cuadro en diez segundos, pero para estos diez segundos meditaba durante un año».
Su nieto rememora la primera vez que entró en el estudio, en su décimo cumpleaños: «Lo recuerdo perfectamente, el olor a aguarrás y a aceite de linaza, a óleo y acrílicos, y cientos y cientos de trabajos por todas partes. Sabía, por supuesto, que mi abuelo era artista, pero después de aquello me quedé impresionado», relató a «The Guardian».
Mallorca fue el hogar de los abuelos de Miró y de su mujer Pilar. El pintor llevó allí a su familia para escapar de la Segunda Guerra Mundial, y en 1954 compró la casa en una ladera empinada a las afueras de Palma.
En 1938, escribió un ensayo conmovedor, «I Dream of a Large Studio», en el que recordaba su etapa pobre en París y los estrechos estudios en los que vivió de prestado.
Punyet relató también la historia del gato de Miró, que lo seguía al estudio y se sentaba a observarlo trabajar. Un día el pintor encerró por accidente al animal y se marchó durante seis meses por trabajo.
El cadáver momificado, con la boca en una mueca de angustia, que se encontró a su vuelta todavía cuelga de la pared.
«Tú o yo habríamos tirado esta cosa horrible a la basura, pero él la guardó; la honestidad de la vida y la muerte, eso es lo que significaba para él», aseguró el historiador.
«Este, para mí, es uno de los lugares más importantes de Mallorca, de España, del mundo», comentó Punyet, a la espera de que la réplica del estudio de Miró pueda visitarse en Londres el próximo enero.
1 comentario
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
La verdad sea dicha, el taller palmesano es también en parte una recreación. Por razones obvias de seguridad y de coste, los cuadros del taller no son originales.