Margalida Moner y Joan Rotger, al frente del teatro en 2012. | Jaume Morey

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El despido, en febrero de 2012, de los dos delegados de UGT en el Teatre Principal de Palma es «improcedente». La jueza titular del Juzgado de lo Social número 1 de Palma, después de la vista celebrada el pasado 3 de diciembre, otorga así la razón a los trabajadores y el sindicato solicitará este lunes el reingreso a sus puestos de trabajo.

La jueza reconoce que la amortización ejecutada por el PP y Margalida Moner, entonces directora-gerente del Principal, para prescindir de once empleados al inicio de la pasada legislatura «se hizo de forma incorrecta, porque aquello fue realmente un despido colectivo», detalló Miguel Ángel Romero, de la Federación de Servicios Públicos de UGT.

La sentencia de treinta y dos páginas, por otra parte, desestima la nulidad del despido. «La jueza nos da la razón parcialmente». Ante esto, UGT ha dado «instrucciones a los servicios jurídicos para que estudien la viabilidad de recurrir la sentencia y se reconozca que hubo una persecución sindical y una vulneración de derechos fundamentales».

Además del regreso al Teatre Principal, los empleados percibirán, «entre los dos, alrededor de 260.000 euros por los salarios de tramitación y seguros sociales».