«Gianmaria se ha ido sin hacer ruido. Nos quedan sus canciones, sus palabras. Nos queda el recuerdo de un buen hombre, padre, hijo, marido, hermano, amigo», señala el mensaje publicado en la red social.
Nacido en la provincia de Cuneo, en Piamonte, al norte de Italia, Testa había anunciado el pasado año que padecía cáncer no operable.
Amante de la guitarra, saltó la fama en Francia gracias a un concierto que ofreció en el Teatro Olympia de París en 1996.
De voz profunda, Testa prefería cantar en espacios pequeños como teatros para dedicarse a su público y crear con él un ambiente de intimidad, más que tocar en grandes estadios y ofrecer conciertos de masas.
Autor de discos como «Il valzer di un giorno» (2000), «Altre Latitudini» (2003) o «Solo dal vivo» (2008), en 2006 publicó el álbum «Da questa parte del mare», una oda al problema de la inmigración con la que quiso proponer «una reflexión política abierta, sin demagogias» sobre este asunto y sobre el significado de palabras como «tierra o patria», según su página oficial.
Su último disco fue «Men at work», publicado en 2013, resultado de una larga gira que había realizado por Alemania.
El ministro italiano de Cultura, Dario Franceschini, expresó su pésame por la muerte del artista con un comunicado.
«Con gran dolor he conocido la muerte prematura de Gianmaria Testa. El país y el mundo de la música pierden a un extraordinario cantautor que, a través de sus canciones, relató con extrema delicadeza y poesía su tierra y el universo de los inmigrantes», sostuvo Franceschini.
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