Comprado en febrero pasado por un francés e importado a ese país, la reliquia es reclamada ahora por las autoridades británicas, que lo consideran «parte integral del patrimonio inglés» y que creen que nunca debió abandonar su país.
Una exigencia que no encuentra eco al otro lado del Canal de la Mancha, donde el expresidente del departamento de la Vendée Philippe de Villiers, artífice de la adquisición del anillo, asegura que no permitirá que la joya vuelva a abandonar el territorio francés.
Es el único objeto atribuido a la «doncella de Orleans», símbolo de la resistencia a la invasión inglesa y mito de la independencia de Francia.
En el horizonte se vislumbra ya un enfrentamiento que, en esta ocasión, tendrá como campos de batalla las moquetas diplomáticas y las cortes de justicia.
Y todo por un anillo cuya autenticidad no está comprobada. Se sabe que en la Edad Media las mujeres no portaban medallas y que en su proceso por hechicería Juana de Arco aseguró portar un anillo con tres cruces y la inscripción «Jesús María».
De hecho, su acusador, el obispo Cauchon, usó esa joya como argumento en su contra, prueba de que Juana aseguraba haber curado a personas gracias al anillo, lo que sirvió para condenarla por brujería.
Tras la ejecución de la resistente, el anillo fue entregado al cardenal inglés Henry Beaufort, que lo trasladó a tierras inglesas, de donde nunca salió,... hasta marzo pasado.
Propiedad de un coleccionista privado, la reliquia fue adquirida en febrero pasado en una subasta por el parque de atracciones «Puy de Fou», instalado en Vendée, fundado por De Villiers y dedicado a la historia de Francia. Según «Le Figaro», el parque pagó 376.833 euros.
Victoria para este político alejado de la primera línea, cercano a las tesis de la extrema derecha y encarnizado soberanista.
«El anillo está en Francia y en Francia se quedará», clamó durante la presentación de la joya en el parque de atracciones, como si preconizara ya el contraataque británico.
Que no ha tardado en llegar. El Consejo Nacional de Artes de ese país asegura que el anillo nunca debió abandonar el territorio británico y que su comprador no tenía licencia para sacarlo.
Por eso se dirigió a las autoridades francesas para exigir la devolución de una joya que, según ellos, constituye «una pieza importante de la historia de Inglaterra, un objeto de gran valor simbólico».
Por el momento, la petición se ha hecho por las buenas, aunque avisan de que están dispuestos a llegar más lejos si no obtienen el objeto. De Villiers, dicen en Londres, puede ser condenado a hasta 1 millón de euros de multa y 6 años de prisión por sacar sin permiso un objeto histórico del Reino Unido.
Nada parece por el momento amedrentar al político: «No vamos a entregar a Juana de Arco una segunda vez a los ingleses», aseguraba a la radio «RTL», recordando que fueron los propios franceses quienes libraron a la resistente a sus verdugos ingleses, que la quemaron en Rouen en 1431.
Escondido en un lugar secreto que ni siquiera las autoridades francesas conocen, el anillo aguarda su destino ajeno a las luchas palaciegas que ha despertado.
De Villiers se guarda una carta bajo la manga, la de apelar a la mismísima reina Isabel II.
No en vano, afirma, su antecesora, la reina Victoria, quiso devolver a Francia la joya.
16 comentarios
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Lo que tienen que hacer los ingleses es devolver todo aquello que no es suyo, como lo que expoliaron de Egipto y que está expuesto en el British Museum. De paso también deberían devolver Gibraltar a España, otro error histórico pendiente de regularizar.
... es un bien histórico de un país llamado Europa. Y listo.
Pues eso, igual que intentar debatir con un ñordo. Que tengan buen día, que ya bastante tienen con lo suyo. Saludos.
Es que los fachas, no sólo se creen con derecho a mentir, sinó.también a insultar y encuentran preocupante, que alguien les planta cara y les llama lo que són.
@ Jaime no te hagas el inocente.
Argumento típico de los desarmados, como es su caso, y que muestra su absoluta falta de inteligencia, llamo facha y me quedo así de ancho. Patético, lamentable y muy preocupante.
Resumieno: Los catalanes invadieron.Castilla y la expoliaron.
El patrimonio artístico, en este País, NO ES ENAJENBLE, o sea, no se puede vender.
Los conventos vendieron sus tesoros a museos, algunos de los cuales son catalanes, otros estadounidenses, británicos, alemanes, etc. Però sólo exigen su devolució a los catalanes, y no se plantean vol fer a comprarlos.
A los de abajo: hay que mejorar la comprensión lectora. En ningún momento afirmó que sea Cataluña la que expolia, sino que es la que atesora multitud de obras de arte religioso castellanas y que se niega a devolverlas. Es fácilmente comprobable, dándose una vuelta por el Museo Marés de Barcelona o por el Museo Nacional de Arte de Cataluña. No os toméis las cosas siempre como un ataque.