Margalida Moner, Joan Rotger y José María Moreno dirigieron el Principal entre 2011 y junio de 2015. | Jaume Morey

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La justicia vuelve a reprender a Margalida Moner y al Partido Popular por la gestión laboral y la política de despidos del Teatre Principal de Palma durante la pasada legislatura. El Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) ha concluido que el despido de quien fuera responsable del área musical del teatro hasta 2012, Francesc Bonnín, fue «improcedente».

Esta nueva sentencia vuelve a dar la razón a los empleados que Moner dejó en la calle a los pocos meses de tomar las riendas del Principal, un total de nueve. Bonnín llevó a su caso a los tribunales, otros seis trabajadores fueron indemnizados antes de llegar a juicio, y otros dos ganaron la batalla legal y se han reincorporado hace poco más de un mes a sus puestos de trabajo.

Los despidos de Margalida Moner han supuesto un coste directo de más de 500.000 euros públicos. Además, el Principal tuvo que invertir otra cantidad importante de dinero, entre 2012 y 2015, para contratar a personas que cubrieran las tareas que hasta aquella fecha realizaban los despedidos.

La sentencia desmonta los dos principales argumentos que el anterior equipo utilizó para prescindir de Bonnín. El Tribunal reconoce la antigüedad del músico en el Principal desde 1988 y califica dicha relación laboral como «ordinaria». Moner defendió que Bonnín dirigía los coros de forma amateur y que su contrato era de alta dirección política, hecho que la sentencia descarta en su totalidad.