Funambulista mide su pop con «mensaje optimista» en Ciutat

Con apenas 16 años iba a tocar la guitarra a la calle Trapería de Murcia, «nos juntábamos unos amigos y echábamos la tarde». Veía pasar frente a él, arriba y abajo, insistentemente, a «una yonqui que vendía pañuelos» con quien nunca se atrevió a hablar, pero a cambio le compuso una canción titulada Libertad. «Fue la primera vez que conseguí plasmar en un tema todo lo que quería decir», confiesa Cantero. No ha vuelto a verla, pero su acción indirecta resultó determinante en la trayectoria de un artista que, a día de hoy, se codea con la flor y nata de la comunidad musical nacional. Dicen que sus canciones pecan de optimistas, «no lo creo, lo imposible se puede alcanzar, puede sonar exagerado pero hoy más que nunca es necesario un mensaje optimista». También condensan retazos de su propia vida, «mi música tiene un claro componente autobiográfico», asegura este artista transversal que, entre sus múltiples facetas, ha puesto música a la película Perdona si te llamo amor. Más muestras de su poder mediático: su último disco se encaramó al undécimo puesto de la lista oficial de ventas la misma semana de su publicación.

Risueño, vital y positivo, reconoce sentirse «comprometido con mi generación, hemos currado en muchos bares y cargado muchos 'amplis', sabemos valorar el esfuerzo que implica llenar un teatro», señala. Fiel a su carácter positivo, Cantero extrae el lado positivo de las críticas, «aunque la verdad es que no suelen meterse conmigo», concluye.