Hèctor Hernández, en Palma. | Jennifer Munar

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George A. Romero culminó, en 1985, su trilogía sobre los ‘no muertos' con 'El día de los muertos' ('Day of the dead'). Para los amantes de los zombis, estas cintas suponen la piedra angular de un género que hoy está más vivo que nunca. Quizá, por esta razón, Hollywood ha querido hacer un remake de esta película, y para dirigirlo ha elegido a Hèctor Hernández (Santanyí, 1975), que afronta con este filme su segundo reto como cineasta tras 'El cadáver de Anna Fritz'. Pocos detalles pueden desvelarse sobre el largometraje, pero ya se sabe que sus protagonistas son Sophie Skelton (de la serie Outlander), Marcus Vanco y Jeff Gum, y que para las escenas de acción han contado con uno de los directores de Juego de Tronos.

—El día de los muertos será la continuación del remake que hizo en 2004 Zack Snyder, director de Batman v. Superman.
—Exacto, él dirigió el remake de la segunda parte de la trilogía y a mí me ha tocado la tercera. La productora es Millennium Films, y aunque ya hemos terminado de rodar, dentro de poco empieza la etapa de montaje.

—¿Cómo le llegó un proyecto de este calibre?
—Fue gracias a mi primera película, El cadáver de Anna Fritz. La seleccionaron en el Festival de Austin y allí conocí a diferentes productoras americanas e inglesas. Un día me llegó un email en el que me ofrecían dirigir esta película.

—¿Dijo que sí de inmediato?
—Suelo ser anti-remakes, porque no entiendo que la gente deje de ver una película solo porque tiene más de diez años de antigüedad. Además soy muy fan de George A. Romero, vi sus películas cuando era un adolescente y me encantaron. Con todo esto, cogí el proyecto sin dudar, pero con mucho respeto por la historia. He hecho todo lo que he podido y me he divertido mucho en el proceso, pero es verdad que al ser una película de encargo la mayoría de las decisiones estilísticas las toman los productores.

—¿Cómo fue pasar de hacer una película propia a una por encargo?
—Es como ser cantante o cantautor. El cantautor siempre preferirá cantar sus propios temas, pero estoy muy contento de haber hecho esto.

—¿Su versión de 'El día de los muertos' tendrá más acción o más terror?
—He intentado que tuviera más terror, pero la verdad es que al final ha ido tirando más hacia la acción. Tiene ambas cosas.

—Con tanta exposición de zombis en cine y televisión, ¿es posible que todavía den miedo?
—¡Y tanto! Creo que se puede provocar terror con todo, sobre todo desde el realismo. No hay que convertirlo en un espectáculo, sino que hay que introducir el elemento terrorífico dentro de la cotidianidad.

—Está montando su filmografía alrededor del cine de terror. ¿Le gustaría probar otros géneros?
—Para mí, El cadáver de Anna Fritz no era terror, la calificaría de un drama con tintes de thriller y angustia. Creo que solo existen dos géneros: el drama y la comedia. Pero sí, es verdad que ahora mismo estoy en un momento en el que me surgen proyectos cercanos al terror. A pesar de eso, me gustan todos, busco buenas historias.

—¿Que significó 'El cadáver de Anna Fritz' en su carrera?
—Con ella aprendí a hacer lo que me gusta con total libertad, sin estar pendiente de a quién me dirijo. Si después la miran diez millones de personas, o ninguna, es otro tema.

—¿Qué otros proyectos tiene en el tintero?
—Un drama psicológico por el que ya se ha interesado la productora A Contraluz Films. El guión ya está escrito y es una continuidad estilística de mi primera película.