El hawaiano, fuera de las nominaciones porque su tercer álbum está a punto de ver la luz, ha convertido el recinto del Ahoy Rotterdam en una fiesta al ritmo dance de su nuevo sencillo «24K Magic» nada más comenzar la ceremonia.
En cuanto a premios, que era de lo que se trataba, Gaga y Bieber por poco quedan empatados. La primera, que acaba de publicar su disco más personal, «Joanne», ha derrotado a la favorita, Beyoncé, y se ha llevado el de mejor artista femenina, además del premio al mejor look.
Pero Bieber ha sumado finalmente tres: el de mejor canción -uno de los más buscados-, con la omnipresente «Sorry», el de mejor artista canadiense y el que reconoce a los mejores fans.
El que se le ha escapado a Bieber después de seis ediciones consecutivas ganándolo, ha sido el de mejor artista masculino, que ha ido a parar a manos de su compatriota y aspirante a sucesor en el trono pop adolescente Shawn Mendes.
La actuación de Mendes, que ha cantado al piano «Mercy», saliendo de un holograma con forma de pirámide, ha provocado un verdadero griterío que confirmaba que Bieber debe andarse con ojo.
La puesta en escena de los Europe Music Awards, como siempre, ha sido espectacular, con cuatro escenarios, más de 3.000 metros de LED, un suelo de cristal y mucha pirotecnia, además de una estética geométrica que rendía homenaje a la arquitectura de la ciudad holandesa.
El canadiense multiplatino The Weeknd ha salido de una cúpula estrellada al comenzar a cantar su hit «Starboy», en el que colaboran los franceses de Daft Punk y por el que se ha llevado el premio al mejor vídeo musical.
En el ámbito femenino y ante la ausencia de las grandes divas, la sueca Zara Larsson ha acaparado todos los focos además de conquistar el premio a la mejor artista revelación.
Pero una de las actuaciones más explosivas ha sido la de Green Day. Los californianos, supervivientes del punk rock de los 90, han recibido de manos del actor Idris Elba el premio Icono Global, un reconocimiento a su trayectoria e influencia, y la banda lo ha agradecido con una descarga roquera no exenta de un mensaje crítico.
Si con «Bang Bang», de su último disco, han puesto en la diana la violencia y las víctimas de armas de fuego en Estados Unidos, su ya clásico «American Idiot», compuesto al calor de la invasión de Irak con George Bush Jr, ha adquirido un nuevo eco en el escenario del Ahoy a dos días de las elecciones que se disputan el republicano Donald Trump y la demócrata Hillary Clinton.
OneRepublic, Lukas Graham, DNCE -la banda del exJonas Brother Joe Jonas-, y Kings of Leon también han puesto música a la fiesta de los EMA.
El resto de los premios se repartieron entre 21 Pilots (mejor directo y mejor artista alternativo), Coldplay (mejor artista pop), las chicas de Fifth Harmony (mejor artista pop), Drake (mejor artista hip hop) y Martin Garrix (electrónica).
Bunbury se llevó el de mejor artista español, imponiéndose a Amaral, Amaral, Bunbury, Corizonas, Leiva y a Álvaro Soler.
La ceremonia estuvo conducida por la cantante de origen albanés Bebe Rexha, que hizo su aparición descolgándose del techo del Ahoy entre fuegos artificiales, dando por inaugurada la fiesta, y se puso más intensa en un dueto con el DJ Martin Garrix de «In the name of love» acompañados por una orquesta de cuerda.
Rexha tuvo un momento para recordar a Prince, fallecido en abril de este año y que actuó en los EMA en 1994.
La retransmisión de los premios ha llegado a los 160 territorios en los que está presente MTV en el mundo.
Este año, además, los que estaban en el recinto han podido disfrutarla no solo en vivo, sino también a través de unas gafas y una aplicación de realidad virtual.
1 comentario
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Que timo es esto de los premios, y acaso alguien se cree que el que gana es el mejor, increíble. Eso sólo sirve para que el niñato este se lo crea más