Bernat Pujol, como Polifem, estos días durante un ensayo del montaje. | Ultima Hora
Palma, Mallorca05/12/16 4:00
Año 1984. La compañía Taula Rodona sube a escena Polifem, la obra «más oscura» de Llorenç Moyà, bajo la dirección de Alfonso Díez e interpretada por él mismo junto a Bernat Pujol, Aina Salom y Joan Vidal. El montaje, todo un éxito en su estreno, tuvo un gran repercusión: tras su debut en el Teatre Romà de Pol·lèntia, el espectáculo rodó por el Festival de Teatre que entonces organizaba el Ajuntament de Palma, el Mercat de les Flors de Barcelona y otros escenarios de renombre.
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El mito de Polifemo deriva simple y llanamente de la mala interpretación de los fósiles cráneos de elefantes enanos que se han encontrado en varias islas mediterráneas desde la antigüedad. Esos cráneos tienen el agujero de la trompa en medio del rostro, y eso se interpretó como cráneos de gigantes de un solo ojo. Esa interpretación se sumó a la observación de las construcciones hechas con bloques de roca gigantescos (talaiots, nuragas, etc.) -sabemos por los deportes rurales vascos de arrastre con bueyes que esos bloques se pueden mover fácilmente-, y al hecho del gigantismo, enfermedad que resultaba de origen misterioso en el pasado. Finalmente está la existencia de una cueva en Menorca cerrada con un bloque de piedra circular rotarorio, y la observación de la roca de la Foradada, que seguramente invitaron a la fantasía a Homero y demás turistas arcaicos. Además era el personaje Polifemo un pastor lanzador de piedras. Un hondero, vaya...