El escritor Miquel Bauçà, en sus años de juventud, durante un homenaje a su figura en Felanitx. | ARCHIVO UH

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Corrían los últimos meses del año 1958. Un joven Miquel Bauçà (Felanitx, 1940 – Barcelona, 2004), considerado por muchos como un escritor ‘maldito’, un tanto raro e introspectivo, decidió presentar el poemario 'La carn i el goig' al Premi Ciutat de Palma. El jurado falló finalmente a favor de 'L’arc, de Baltasar Coll', y Bauçà recogió aquel escrito y «nunca más se supo del libro».

Casi seis décadas después, el pasado verano, el editor Pau Vadell, del sello Adia Edicions, recibió una llamada de teléfono, 'La Carn i el goig' había aparecido entre las páginas de un libro de la biblioteca del alcalde republicano de Felanitx Pere Oliver Domenge, en la calle Major. Esa joya escondida resultó ser el primer poemario de Bauçà, «inédito» hasta ahora, un auténtico descubrimiento que precede al que se pensaba que era su debut, Cants jubilosos (1959). Se presentará el día 16 de este mes en la Casa de Cultura de Felanitx, y el 15 de marzo en la librería Quart Creixent de Palma.

«Cuando tuve el libro en mis manos, revisé toda la poesía de Bauçà, quería comprobar que no se había editado antes», recuerda Pau Vadell con entusiasmo, «aún estoy flipando». Después, el editor se puso en contacto con la hija del literato, Maria Bauçà, que reside en Olot, y seguidamente se puso a trabajar en la edición junto a la también poeta Gloria Julià, una tarea «muy laboriosa».

El hallazgo de 'La carn i el goig' otorga otra dimensión a la obra de Miquel Bauçà, un nueva oportunidad para «revisar y estudiar» un trabajo que «aún dice muchas cosas», subraya Vadell, quien se muestra «satisfecho» de poder dedicar el número 25 de la colección de poesía de Adia Edicions a esta joya.