Coque Malla, ex cantante de Los Ronaldos.

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La versatilidad es, hoy por hoy, un valor en alza. Y la coherencia, desde siempre, también. Tras sellar la defunción de Los Ronaldos, Coque Malla lleva años reafirmando ambas cualidades en un cancionero inquieto que, en su último capítulo, experimenta una catarsis de cuerpo, mente y alma. El último hombre en la Tierra (2016) es el reflejo de una etapa intensa, once cortes que culminan su trabajo más introspectivo hasta la fecha. La Plaça Ramon Llull de Manacor medirá su nueva propuesta el próximo 3 de junio, a las 23.00, será un concierto gratuito.

Hace treinta años, Los Ronaldos eran los más modernos del lugar, tanto en actitud como en sonido, entonces Coque Malla ya sobreactuaba, pero sus letras le envolvían en un halo de desparrame juvenil realmente contagioso.

Hijo de actriz y director de teatro, a Malla el talento le sale por las orejas -acumula tantas apariciones en películas como discos ha publicado-. Tras firmar alguno de los himnos más gamberros del pop-rock español de los ochenta (Si, si, Ana y Choni, Adiós papá, Saca la lengua, El gurú, Por las noches...) el madrileño lleva años inmerso en la factura de canciones de entrada lenta, con un desarrollo sobrio, humano y sencillo que bebe de la música de artistas como Richard Hawley, Divine Comedy o Johnny Cash. Influencias que han fortalecido las costuras de su repertorio y convertido El último hombre en la Tierra en una de las sorpresas más gratas del pasado 2016.

Este trabajo, octavo de su trayectoria en solitario, es un contundente ejercicio de rock sinfónico, repleto de arreglos de cuerda y metal, donde el artista matiza su lenguaje sin salir de su zona de confort: el rock, el soul y el blues. Mimbres que han dado forma a canciones tiernas, un poco obsesivas y aferradas a los buenos y malos recuerdos, un repertorio vital que nos hace cómplice de sus amores, manías y pequeños rencores.