Vista general de la torre de Cala en Basset, en estado de «degradación y abandono». | Michel's

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La torre de Cala en Basset, en Sant Elm (Andratx), ofrece unas espectaculares vistas del mar Mediterráneo, con la isla de Dragonera como postal única de este paraje, y por eso es uno de los puntos favoritos de los excursionistas. Un lugar idílico si no fuera por el «grave estado de abandono y degradación» que padece esta edificación, así como los peligros que conlleva para aquellos que la visiten. Àngel Aparicio, del Grup d'Estudis de les Fortificacions de Baleaes (GEFB), y Ana María Jiménez Vidal, de la plataforma Salvem Andratx, visitaron este miércoles esta torre para documentar la actual situación de la misma y presentarán, este jueves, una denuncia ante la Comissió de Patrimoni del Consell de Mallorca. Así, instarán a la propiedad de la torre, que es de titularidad privada, a que repare todos los desperfectos, algunos de ellos «con riesgo de caída e incluso de muerte».

De esta forma, el GEFB y Salvem Andratx unen fuerzas para solicitar al Consell «la apertura de un expediente y la visita de un técnico de Patrimonio a la torre y se inste a la propietario a repararla», detalla Àngel Aparicio. El primer colectivo denunció hace ya más de veinte años el lamentable estado de conservación de la torre de defensa y su degradación se está acelerando.

La torre de Cala en Basset y la barraca del torrero son del siglo XVI. En 1936, se añadió volumen a este segundo elemento y se construyó a su lado una plataforma-terraza donde se encuentran los agujeros de dos aljibes, «que están a ras del suelo y una caída podría ser fatal», prosigue Aparicio. Precisamente, este mirador es visitado diariamente «por decenas de excursionistas y grupos de turistas por lo que los daños de la torre y de las instalaciones anexas representan un peligro para sus visitantes». La torre está abierta y se sube a la terraza desde el interior mediante una cuerda. En el interior hay grafitis murales y pequeños que degradan y deterioran.
Por otra parte, el desprendimiento de un trozo de la parte superior de la torre hacia el acantilado provoca que «el limite de la superficie construida de la torre conecte directamente con el precipicio, y con un mal paso el resultado podría ser fatal».