Con cuatro discos en el mercado, Donallop se postula como la banda que ningún alma sensible debería ignorar. Seguramente sea su meticulosidad, su gusto por el detalle y su belleza sosegada lo que convierte en adorable la propuesta de Joana Pol y Pere Bestard. En tiempos de vértigo y sinsentido, su deliciosa pugna por ralentizar el tiempo, prolongar los silencios y aminorar el latido del metrónomo resulta conmovedora. Pero también una osadía, casi un manifiesto. Felanitx examinará mañana su nuevo trabajo: Misteris de sa vida.
Hardcore, folk, reggae, new age y metal corren por las venas de las canciones de BOC, tejiendo un ADN que amplía sus cromosomas en Sa comunitat d'en Toni Bardo, título de su nuevo trabajo, y primero de una trilogía inspirada en la transgresora obra de J.R.R. Tolkien El señor de los anillos. En esta ocasión, el festín de estilos de los mallorquines tiende hacia el folclore griego, siciliano y francés. El resultado es una mezcla de tradición y modernidad, que a la postre es la clave de su excitante sonoridad. Por otra parte, hay que destacar la osadía de este conjunto a la hora de recuperar instrumentos tan mallorquines como el flabiol, el tamborino y el llaüt, que mezcla con otros tan universales como el piano, el violín y la guitarra.
Hablar de Strombers es hacerlo, sin lugar a dudas, de una de las bandas más divertidas y refrescantes de la actual escena catalana. Su característico y lúdico ‘flopsy style' combina una gran cantidad de ritmos, deliberadamente accidentales, que van del reggae al ska, y del rock a la cumbia. Finalmente, encontramos la propuesta de Zoo, el conjunto levantino acaba de sacar álbum (Raval, 2017), donde combinan rap y rock con letras socialmente comprometidas.
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