«La editorial Applehead Team, que ha publicado varios volúmenes sobre cine, especialmente de temática ‘ochentera', buscaba recopilar en un libro la relación de Michael Jackson con el mundo del séptimo arte y, por añadidura, con los videojuegos», explica Arias. El cine ha sido la asignatura pendiente del artista, que apareció en películas como Moonwalker o El mago, de Signey Lumer, así como una aparición testimonial en Men in Black II. Sin embargo, fueron muchos los papeles o guiones que le ofrecieron y que al final no encarnó: Peter Pan, Dentro del laberinto, Doctor Who, El cuervo, Batman, Blade II, Willy Wonka y la fábrica de chocolate...
«La editorial conocía mi trabajo como historiador de la figura de Michael Jackson», que tuvo que sopear «si habría material suficiente para escribir unas 100 páginas. Acepté el reto y tras meses de investigación tenía un ensayo de 400», explica el autor. La conexión con Cabotá viene de lejos. «En 1999 habíamos coincidido sin conocernos, en un concierto de Jackson en Alemania. A la vuelta intercambiamos opiniones en aquellas primitivas salas de chat de Internet. Por nuestra forma de entender a la estrella, congeniamos enseguida», dice Arias. Al final se conocieron «en Madrid, buscando ediciones raras de discos en tiendas de coleccionismo».
La recepción ha sido muy buena, alcanzado el número 1 de libros libros más vendidos de temática musical en Amazon. De hecho, su éxito demuestra que la figura de Michael Jackson sigue vigente en el imaginario popular. «Una parte del público prefirió consumir noticias sensacionalistas y leyendas urbanas que dieron una imagen de él muy distinta a la persona y al genio que tenían enfrente», se lamenta Arias.
Ocho años después de su fallecimiento, «el tiempo se está encvargando de separar lo verdaderamente importante de su figura». Al margen de su indudable contribución a la historia de la música, Jackson sae ha rodeado de los mejores directores de cine para sus videoclips. John Landis dirigió Thriller, que redifinió el género, pero también estuvo a su lado Scorsese (Bad), Lynch (Dangerous Teaser) o David Fincher (Who is it). Con sus videoclips, Michael Jackson ha conseguido suplir su ansia por brillar también en el cine, tal y como lo hizo en el mundo de la música.
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