Sara Baras, en el cartel de ‘Sombras’. | Santana de Yepes

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Sara Baras (San Fernando, Cádiz, 1971) presenta estos próximos días viernes y sábado 6 y 7 de julio en el Auditórium de Palma su nuevo espectáculo Sombras, con el que celebra los 20 años de su compañía Ballet Flamenco.

«Se trata de una nueva lectura donde destaca la farruca grande, baile que más me ha marcado. Se mezclan diferentes palos del flamenco con otros estilos, no sólo en la música sino también en la coreografía», asegura la bailaora.

Mientas Voces, su anterior proyecto, tenía como punto central a los artistas que más habían calado en ella, como Camarón o Antonio Morente, Sombras es más libre, con una escenografía distinta a cargo del pintor malagueño Andrés Mérida. Con este espectáculo, no sólo trata de representar el baile, sino que también añade poesía.

Hay presencia de instrumentos nuevos hasta ahora, como percusiones o el violín de Ara Malikian y el saxofón de Tim Ries. Casi toda la música es en directo, pero hay partes pregrabadas que hacen de hilo conductor.

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«Con esta obra vamos a hacer una gira bestial que nos va a llevar fuera de España, lo que nos va a permitir pisar escenarios nuevos y tener un público con una cultura diferente, es muy enriquecedor», dice.

Sara Baras

Según palabras de Baras, al llevar 20 años con su compañía, siente una responsabilidad muy grande que, aunque en ocasiones duela, es altamente gratificante. «El flamenco, sin corazón, no vale. Es una disciplina muy técnica pero si se convierte en algo mecánico, pierde toda su belleza».

La farruca le ayudó mucho y, según la propia artista, ella no quiso inventar nada nuevo, la musicalidad de este género simplemente la enamoró. «Sombras es aquello que te empuja a seguir y siempre está contigo. Además, al bailar se convierte en algo bonito, insinuante y con alma», expresa. Baras propone al espectador, con este espectáculo, un viaje a través del tiempo y las sombras, en el que la iluminación y el vestuario cobran importancia.

Por otra parte, la bailarina es madrina de la asociación Mi Princesa Rett, dedicada a la ivestigación de esta enfermedad rara que afecta mayoritariamente a niñas. La artista advierte que «cuando alguna de esas niñas sufre un ataque dice que ha tenido sombras», lo que le ha inspirado para hacer este espectáculo. Este montaje es lo contrario: se concibe de una manera positiva. «Hace que no te olvides de dónde vienes», reconoce.