Concha Velasco, en un momento de ‘El funeral’. | Gerardo Sanz

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Lucrecia Conti, una actriz «de medio pelo» y famosa por su trabajo en cine, teatro y televisión, ha fallecido. El Ministerio de Cultura ha organizado en su honor en velatorio en un gran teatro para que el público pueda despedirse de su admirada estrella. Sus nietas Ainhoa y Mayte ponen orden porque las muestras de cariños son inmensas. También aparece Miguel, un primo lejano cuyo parentesco real es desconocido. Todo da un giro cuando los asistentes quedan encerrados en el teatro porque el fantasma de Lucrecia se aparece para despedirse a lo grande. Este es el punto de partida de El funeral, una comedia sobrenatural, montaje que protagoniza una de las damas más importantes de la escena nacional, Concha Velasco, Premio Goya de Honor. La obra, escrita y dirigida por el hijo de la intérprete, Manuel M. Velasco, se verá los días 16 y 17 de este mes en el Auditórium de Palma.

En la obra interpreta a un fantasma. ¿Cómo se mete uno en la piel de un papel tan peculiar?
—Pues es algo que yo siempre he querido hacer. Soy una gran lectora de Fernández Flórez, me he leído todas sus obras de fantasmas. Recuerdo unos libros cortitos que me encantaban, y El malvado Carabel o El destino se disculpa. Siempre me han gustado las películas de fantasmas. Sobre mi papel, pues figúrese, soy una actriz que interpreta a otra, pero que esta muerta. Es un velatorio y los espectadores suben a verme para darme sus condolencias. Y de repente se aparece el fantasma de la muerta, causando un revuelo mediático. Lo peor es que el representante de mi personaje, a quien da vida Jordi Rebellón, quiere sacar partido de todo ello. Es una locura, muy divertida.
Algunos buscan beneficios hasta en la muerte. ¿Es una crítica también?
—No hay nada de crítica, ni de reivindicación, nada de eso. Lo único que quiere mi personaje es aclarar ciertas cosas sobre su vida. Es pura diversión, puro teatro. Aquí, en los funerales no nos reímos, ni de la muerte. Y si hablamos del Día de Todos los Santos, en España es un tema muy serio, pero fíjese el festejo que hacen en México. La obra se ríe de la muerte, y yo de mí misma, y eso tiene mucho valor a la edad que tengo. Me río de la muerte con mucha naturalidad.

¿Qué tienen en común ‘Lucrecia' y Concha Velasco?
—En realidad, solo el nombre. Yo me hacía llamar Lucrecia cuando empecé como bailarina de ballet. En aquellos tiempos, bailar no se consideraba como tal y me puse ese nombre porque mi familia era muy tradicional y conservadora.

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La obra está escrita y dirigida por su hijo, Manuel M. Velasco. Es la primera vez que trabajan juntos en teatro. ¿Cómo está siendo esta experiencia?
—Manuel es un tío muy inteligente y muy culto. Adora el cine, es un cinéfilo tremendo y él nació en un camerino. ¿Cómo llevamos lo de trabajar juntos? Pues que a mí me llama madre y no Concha, como me llaman los demás directores. Lo demás es igual, yo soy muy disciplinada y él sabe muy bien lo que hace. Mi productor, Jesús Cimarro, no me habría dado una obra de esta envergadura, con cinco actores. Aún así, tengo que decirle que he estado en todo lo que ha hecho mi hijo en cine, ya fuera en producción o fregando un plató.

No hace muchos meses visitó el Principal de Palma con Reina Juana y ahora vuelve con El funeral. ¿Cómo le trata el público mallorquín?
—Mire si me tratan bien, que siempre vuelvo, y en esta ocasión durante dos días. Debe estar yendo bien la venta anticipada de entras para que te den dos días, porque sin vender de manera anticipada no te llevan a ningún sitio. No quiero presumir de nada, pero esta función me gusta muchísimo. Estrenamos el 18 de marzo de 2018 y estuvimos cuatro meses llenando en La Latina, es lo más gordo que se ha hecho allí en mucho tiempo. Sobre Mallorca, tengo una gran relación. Yo estuve viniendo durante 35 años a Formentor y mi hijo celebró allí su 40 cumpleaños.

Cuando se estrenó El funeral, anunció que se iba a retirar después. ¿Sigue pensando igual?
—Pues le voy a dar una exclusiva. No me retiro. Además, le he encargado una nueva obra a mi hijo. Aquello lo solté así porque no me encontraba bien. Voy a cumplir 80 años y ya no tengo miedo a fallar.

¿Qué le pareció la gala de los Goya? Ha sido muy criticada.
—No, estaba con El funeral en Murcia. He visto trocitos. Yo los he presentado cinco veces. Siempre hay críticas, pero como a mí no me gusta criticar, no voy a opinar sobre el tema.