En su última edición, el Mallorca Live Festival tuvo una repercusión en la economía balear de 3,6 millones de euros y generó un millar de puestos laborales, según datos facilitados por la organización. Asimismo, se vendieron 27.000 tickets, de los cuales el 45 % recayó en público llegado del Reino Unido y la Península. Estos datos contrastan con las previsiones al alza que depara esta cuarta edición, en la que se estima un impacto económico de 4,7 millones de euros –1,1 más que el pasado año–. Mientras, la venta de abonos aumentará significativamente, alcanzando los 36.000 tickets –9.000 más que el pasado curso–. Eso sí, la creación de puestos de trabajo mantiene el millar.
Si nos centramos en los nombres propios, hay que ensalzar a Two Door Cinema Club, un trío cuyas canciones describen fielmente ese momento en el que todo se reduce a una pista de baile y una chica. Los norirlandeses, que en sus inicios se miraban en el espejo de Phoenix, Friendly Fires y Bombay Bicycle Club, no tardaron en desmarcarse con un sonido propio y reconocible, que combina electrónica y un pop luminoso, risueño y juvenil. False Alarm (2019) es su nuevo y flamante disco, en el que afinan la puntería para mantenerse en primera división, exhibiendo un gusto renovado por el estribillo directo (Satellite), reforzando su idilio con los cosquilleos de guitarra (Once), y firmando hits coloristas y danzarines (Talk).
Y hablando de nombres propios, no conviene olvidarse de Jamiroquai, la banda del inquieto Jay Kay –quien ha cambiado el poncho y las plumas indígenas por un vestuario más futurista– regresa a la Isla 15 años después de su arrolladora actuación en el Coliseo Balear. En Calvià presentará su último trabajo (Automaton, 2017), octavo de una colección consagrada al electrofunk y los sonidos de baile. Al vuelo de temas como Cosmic girl, Canned heat, Virtual insanity o Too young to die, Jamiroquai transportará al público a los 90, década en la que su propuesta más brilló, gracias a su espíritu renovador supeditado a los sonidos sintéticos.
Revolucionario
El DJ y productor Laurent Garnier, uno de los mezcladores más ecléctico y revolucionario de la pista de baile, es otro de los nombres rutilantes que desfilarán por el escenario del Mallorca Live Festival. El francés es uno de esos artistas que no necesitan presentación, hablamos de uno de los DJ más reverenciados de las últimas tres décadas, residente del mítico club The Haçienda de Manchester a finales de los 80, donde lubricó sus sesiones con una explosiva mezcla de indie, techno, deep house, trance y nu jazz.
En cuanto a la aportación local, destaca el quinteto Lava Fizz, una banda que no deja de crecer, construyendo sonidos de intenso y volado escapismo, que se desplazan entre el rock, el noise, el dream pop y el shoegaze. Los palmesanos acaban de publicar nuevo material, The hardest thing, con el que han logrado lo más difícil: ser otros sin dejar de ser los mismos.
Esta edición del festival irá de la mano de una ampliación de las zonas dedicadas a gastronomía, barras y esparcimiento, con el fin de optimizar la experiencia de sus asistentes
2 comentarios
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Todas las entradas VIP agotadas, y las entradas "baratas", a 55 euros el día. "Precios populares" (!) y unos grupos de mierda... ¡Que vaya otro! MALLORCA SUCKS
Madre mia neneeeeeeeeees, amaiaaaaiaiaiaiaiaaaa!!! Que bueno mi genteee