Valldemossa apareció inundada a las siete de la mañana de este lunes por una horda de cámaras y un equipo de ochenta personas, entre técnicos, guionista, actores y figurantes de la zona. El equipo de la serie La caza de Televisión Española cambia su apellido: de Monpeperdido a Tramuntana. Y convierte la localidad en un lugar imaginario donde un asesinato provocará la llegada de investigadores de la Guardia Civil.
En las primeras horas de rodaje, los turistas jubilados nacionales, ciclistas y senderistas extranjeros y los residentes han convivido sin problemas con el numeroso equipo que ha tomado la plaza Bartomeu Borràs. Allí, una de las típicas casas empedradas de tres alturas se ha transformado en la sede de la Guardia Civil de Tramuntana. Las primeras escenas las protagonizaron Megan Muntaner, ya vestida de su personaje, la sargento Sara Campos, mientras que Alain Hernández ya iba metido en el papel de Víctor Gamero. El mallorquín Carles Molinet también debutó en este primer día, en el que se plantaba ante la sede de la Guardia Civil interpretando a un personaje alterado por los acontecimientos.
El guionista de la serie, Agustín Martínez, estaba a pie de pista contemplando las primeras tomas y revelaba poca cosa: la historia es como «una muñeca rusa» y su intención ha sido «contar la Isla».
Invasión
Aparecía también Tristán Ulloa, con una poblada barba, y Llum Barrera cambiaba de look com una media melena morena y lisa y gafas. Todo sea por encarnarse en Madò Teresa, la directora de la residencia es Lluc des Verger. Otro de los asistentes a este debut fue Francisco Molina, portavoz de la Guardia Civil de Balears, que estuvo allí para asesorar y prestar ayuda con la idea de dar más veracidad a estos agentes de la UCO que se desplazan a Tramuntana para resolver un nuevo caso.
Ademas del mallorquín Jaime Pujol, también se han incorporado al cásting Elia Galera y Sara Rivero, entre otros. Y habrá hueco para el talento de la localidad. Desde Teatre Joves de Valldemossa anunciaron que muchos niños y niñas del pueblo participarán como extras.
Al mismo tiempo, en Can Molinas las atareadas dependientas despachaban sin descanso cocas de patata y ensaimadas. Una jubilada se paraba ante el rodaje y reconoce Megan Montaner: «Uy, yo vi entera La caza. Monteperdido. No me la perdía y Megan es muy dulce». Uno de los párkings acoge la carpa del cátering y algunos vecinos presumen de casa escogida para el rodaje. Mientras se sucedían las tomas, alguien de la casa colindante al nuevo cuartel de la Guardia Civil limpiaba los cristales. Pese a la invasión, la vida sigue en Valldemossa.
Este pasado lunes el actor Alais Hernández compartió en sus perfiles de redes sociales una imagen en Mallorca.
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