Horacio Sapere, en la exposición que tuvo lugar en el Museu de Mallorca. | Pere Bota

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A finales de 2019, Pep Canyelles, Marian McErlain y Horacio Sapere inauguraban la colección Sa Soll, de libros-objeto dedicados a la poesía visual. Se trata de un proyecto que se enmarca dentro de Finis Africae, editorial y recientemente también un espacio cultural-librería, ubicado en la plaza Fleming y que estos días abre sus puertas con cita previa. El pasado febrero fue el ilustrador y viñetista Pato Conde el protagonista de la segunda caja y de la exposición Historias del espacio exterior, que a su vez abría la sede de este sello. Ahora, durante estos días de confinamiento por la COVID-19, Horacio Sapere, director de Sa Soll, trabaja duro con la que será la tercera entrega de esta saga: Homenaje al cuadrado. A la manera de Clemente Padín.

«Dedicar la nueva caja a Clemente responde a la necesidad de que sea conocido aquí. Por ello quiero mostrar el trabajo que nunca fue mostrado y que directamente tiene que ver con lo que sucede en nuestro momento y con la actividad pura y dura de la poesía visual, la investigación, la semántica, la palabra», aclara Sapere, también artista visual, pintor y escultor. Asimismo, insiste en que «hay que reactivar el sentido de la poesía visual de los años 70 y 80, pero para ello tengo que ir a las fuentes y, desde luego, Clemente Padín es una de ellas».

«Independientemente de que vive en Montevideo, es un gran activista, performer y poeta a nivel internacional. Es vinculativo, tenemos el mismo pensamiento», explica sobre el que dirigió las publicaciones Los huevos del Plata (1965-1969), OVUM 10 y OVUM (1969-1975), Participación (1984-1986) y Correo del Sur (2000).

La caja Homenaje al cuadrado. A la manera de Clemente Padín contiene 14 poemas visuales de Padín a partir de otros creadores, como John Cage, Malevich o Guillermo Deisler, además de textos del propio Sapere, Martín Palacio Gamboa, Michel Hubert y algunas postales. Además, Sapere y Padín colaboraron juntos en el pasado. «Pep Canyelles, Jaume Pinya y yo participamos en una movilización poética a nivel mundial debido a su detención en Montevideo en el año 1977», recuerda. «Clemente está a la altura, para nosotros, de Bartolomé Ferrando, José Antonio Sarmiento o el maestro Joan Brossa. Son parte de nuestra historia y, para mí, parte de mi aprendizaje en el arte y mi posicionamiento en el mundo del arte que es la poesía visual».

Con Sa Soll, además de «reactivar la poesía visual» acudiendo a las fuentes, Sapere afirma que «en Mallorca ha habido y hay todavía grandes artistas visuales». «Creo que vamos a ocupar un espacio que es necesario en la Isla. Estoy muy atento a lo que se ha hecho y a lo que se puede extraer del trabajo de los poetas visuales de aquí, como Lluís Maicas, las ediciones de Cavall Verd, los folletos de Neón de Suro (fundado por el Taller Lunàtic de Mallorca), J. M. Calleja, Cati Bonnin o Esther Olondriz. Hay un goteo que se tiene que interrelacionar con lo que existía y todavía existe hoy a nivel internacional», apunta. Por otra parte, el proyecto dedicado a Padín va a tener una continuidad. «Seguimos pendientes de la situación de crisis, pero tenía que presentarse en junio en un festival en Suecia, dentro del Projekt Papper, donde Clemente ofrecerá unos workshops y donde exhibiremos trabajos nuestros de las décadas de los 70 y 80», detalla Sapere.