Trueba explicó que «en esta vida es muy difícil que te ofrezcan algo que te interesa», pero que en este caso sí ocurrió y además con «el libro que más veces he regalado». Su hermano, David Trueba, fue el encargado de adaptar el guion, algo que fue «una suerte para la película y para mí» porque el trabajo que ha hecho es «espléndido».
El propio Fernando detalló que al principio se negó a llevar a cabo la producción porque veía «imposible hacer la película», pero finalmente aceptó y «es una de las cosas de las que más me alegro, de haber cambiado de opinión».
Sobre el protagonista, Javier Cámara, Trueba también quiso destacar que «lo primero que pensé al aceptar la película fue que es una pena que Javier no sea colombiano», pero tenía tan claro que era capaz de hacer el papel que finalmente se lo ofreció y «el trabajo finísimo que ha hecho» es de tal calidad que «no solo pone el acento sino que habla tal y como hablaba ese hombre», circunstancia que «ha enamorado a su familia».
Sobre las aportaciones del autor de la novela, que fue quien le ofreció al propio Trueba rodarla, el cineasta quiso destacar su «forma de ser respetuosísima» porque «me dijo que iba a irse a Europa unos meses para no darme el coñazo» y remató que su actitud es la del «autor soñado por un director».
Sobre los secretos para ganar un Oscar, Trueba confesó «no saberlo» y bromeó que «si se supieran habría alguien que se dedicaría a ello todas las mañanas». También relató una anécdota sobre su obtención al Oscar como mejor película extranjera por Belle epoque: «La favorita ese año era una película china y nadie pensaba que ganaríamos nosotros. Solo una persona me dijo: vas a ganar tú, y era alguien a quien yo admiraba y adoraba. Billy Wilder».
Trueba tampoco quiso perder la oportunidad de explicar lo «feliz que estoy en Mallorca», donde quiso recordar que rodó su «segunda película, Hasta que el cuerpo aguante», filmada en Sóller, y habló acerca del cine y cómo este es «es una forma diferente a la de un libro». Además, remató con la reflexión de que «el cine no habla de cosas, sino que transmite emociones y sentimientos».
Por último, aunque avisó de que «no doy consejos porque de joven no me gustaba que me los dieran a mí», sí quiso dedicar unas palabras para los nuevos cineastas a los que recomienda «que hagan películas siempre con amor y pasión al cine» porque «todo el mundo tiene derecho de soñar lo que quieran soñar, ya sea ganar el Oscar o bombardear Iraq, pero si hacen cine que sea para hacer algo bonito».
2 comentarios
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Boicot a esa basura sectaria subvencionada con nuestros impuestos que se hace llamar “cine español”
El que no se ha sentido español ni un solo minuto en su vida ... que hace presenta do películas aquí ?