«Enorme dolor por Pino Solanas. Murió en cumplimiento de sus funciones como embajador de Argentina ante la Unesco. Será recordado por su arte, por su compromiso político y por su ética puesta siempre al servicio de un país mejor. Un abrazo a su familia y sus amigos», expresó la Cancillería Argentina en un comunicado.
Internado por coronavirus
El 16 de octubre pasado, Solanas, que deja una vasta trayectoria como director de películas documentales y de ficción y lideraba el partido izquierdista Proyecto Sur, integrante del gobernante Frente de Todos, anunció en la red social Twitter que tanto él como su esposa, Ángela Correa, habían dado positivo en COVID-19 en la capital francesa.
Esa situación le llevó a ser hospitalizado mientras su mujer quedaba aislada en casa.
Sin embargo, cinco días después el mismo Solanas revelaba que se encontraba en terapia intensiva y que su estado era «delicado» pero estaba «bien atendido».
«Sigo resistiendo. Con mi mujer, Angela, que también se encuentra internada, queremos agradecer los apoyos a todos. No dejen de cuidarse», agregó el cineasta.
Seis décadas de trayectoria
Nacido el 16 de febrero de 1936 en la localidad bonaerense de Olivos, Solanas estudió Derecho, Música y Teatro y rodó su primer cortometraje de ficción, Seguir andando, en 1962.
Ya durante el régimen militar de Juan Carlos Onganía filmó de forma clandestina junto a Octavio Getino en 1969 su primer largometraje documental, La hora de los hornos, sobre el neocolonialismo y la violencia en Latinoamérica, que es recordado como una de sus máximas obras.
En esa época, como militante del peronismo de izquierda e integrante de un circuito alternativo de difusión a través de organizaciones sociales y políticas de resistencia a la dictadura, fundó con Getino el grupo Cine Liberación, y en 1975 realizó su primer largometraje de ficción, Los hijos de Fierro.
Ese mismo año fue amenazado por el grupo de ultraderecha Triple A y en 1976, después del comienzo de la dictadura argentina y de que un comando militar intentara secuestrarlo, el cineasta se fue al exilio a España y seguidamente a Francia, donde en 1980 filmó el documental La mirada de los otros.
Participó junto a otros exiliados del movimiento en solidaridad con las Madres de Plaza de Mayo, denunciando internacionalmente los crímenes de la dictadura.
Con el regreso de la democracia, en 1983, volvió a Argentina y dos años más tarde rodó «Tangos... El exilio de Gardel», mientras que en 1988 filmó Sur, por la que recibió el premio al mejor director en el festival de Cannes.
Su paso por la política
A comienzos de la década de 1990 su voz fue una de las más críticas contra las políticas de Carlos Menem (1989-1999) y denunció haber sido víctima de un atentado (varios disparos de arma de fuego) por parte de grupos supuestamente ligados a la seguridad del Estado.
A lo largo de su extensa trayectoria cinematográfica, que le valió multitud de premios nacionales e internacionales, cabe también recordar su documental Memoria del saqueo, que recorre la historia argentina desde el último régimen de facto hasta el estallido de la crisis de 2001-2002, y al que siguieron varios más con un fuerte compromiso político y denuncia social.
Su paso por la política le llevó a ser diputado y senador en varias oportunidades y en 2007 fue candidato a la Presidencia, quedando en quinto lugar con el 1,6 % de los votos.
En los comicios de hace un año, Solanas, que es padre de dos hijos -Juan Diego, también cineasta, y Victoria, escenógrafa- obtuvo un escaño en la Cámara Baja, pero poco después renunció cuando el presidente Alberto Fernández le ofreció ser embajador argentino en la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
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