«El Pla Director surge a raíz del Plan Nacional de Catedrales aprobado en el año 1999 y que, a la vez, es consecuencia de la ley nacional de patrimonio de 1985. El Pla Director, que contempla desde la restauración hasta la difusión, es del año 2000, cuando también se llevó a cabo la última gran intervención restauradora», detalla Catalina Mas, conservadora de patrimonio de la Seu. Mas se encarga de la redacción del Pla de Conservació Preventiva junto a los otros dos integrantes del Àrea de Patrimoni, Sebastián Escalas y Aina Escobar; el director técnico administrativo, Joan Pastor; Mercè Gambús, coordinadora científico-técnica del Departament de Cultura de la Catedral y dos arquitectos externos.
«Estamos redactando un plan diagnóstico para no estar de brazos cruzados esperando que la situación se normalice y puedan venir los técnicos del IPCE. Es un trabajo en equipo y nos vamos dividendo las partes y luego nos juntamos a valorar. Un día, por ejemplo, nos dedicamos al tejado, y ahora en febrero empezaremos con la parte mueble, los retablos, los cuadros, etcétera», precisa Mas.
La citada restauración del año 2000 contemplaba varias intervenciones a lo largo del tiempo a cargo de técnicos del IPCE y culminó en 2014.
Problemáticas
«Esa gran intervención restauradora fue un tanto polémica porque no se resolvieron las problemáticas que siguen todavía presentes hoy y que se remontarían al siglo XIX, como son las humedades o la disgregación de los elementos escultóricos de los portales de la Seu», añade. Este último caso puede apreciarse fácilmente en las figuras escultóricas del portal mayor y del portal del Mirador de la Catedral, cubiertas por manchas blancas. «Esas manchas se deben a la acumulación de sales que provienen tanto del interior como del exterior de la escultura. Por una parte, del interior porque cabe recordar que están hechas de piedra de Santanyí y proceden de una cantera. En cuanto al exterior, sufren los efectos de la cercanía del mar, de los excrementos de las aves y de la polución», justifica.
Este es un problema que ya se detectó en la citada intervención hace 20 años, pero, advierte Mas, «es importante recalcar que en esa época no se tenía la misma información que ahora, por ejemplo, ha habido muchos cambios en los materiales y en los criterios de intervención».
Proceso
Así, teniendo en cuenta que el Pla Director tiene ya 20 años y que persisten algunos conflictos, desde la Seu han decidido poner al día toda la documentación de los estudios e informes realizados, una tarea que llevaron a cabo Marta y Brezo Díaz-Caneja, que elaboraron una memoria completa y que entregaron en febrero de 2018.
Más adelante, en 2019, el decano-presidente del cabildo de la Seu, Teodor Suau, envió una carta al subdirector general del IPCE, Javier Rivera, para «solicitar oficialmente» esa actualización. «La respuesta fue afirmativa, pero se vio truncada por el coronavirus. Seguramente, si la situación fuera normal, ahora estarían aquí los técnicos del IPCE y habría arrancado la licitación para la redacción del Pla Director, ya que funciona a través de concurso público», aclara Mas, quien afirma que «siempre hemos estado en contacto estrecho con el Ministerio de Cultura», además del Servei de Patrimoni del Consell insular.
6 comentarios
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... plan director... patrimonio... ministerio de cultura... entiendo, pues que la catedral es nuestra, de todos los ciudadanos, puesto que se mantiene con los dineros de los impuestos... NO es propiedad de ninguna confesión religiosa que dice ser suya ¿verdad?
En aquellos tiempos, ya había fuga de talentos, con la mudanza del gran Guillem Sagrera a Nápoles, donde pude ver su sala del trono en el Castelnuovo..
La puerta del Mirador aparece en la película Bearn, poco después de que la Molina desfilase con ropa de época por la calle del Palau Reial.
También Gaudi puede equivocarse, como cuando retiró el cenotafio de los reyes de Mallorca, obsequiado por Carlos III, en estilo rococó, poco frecuente en Mallorca. Ahora tenemos una esculturas de Marès, imitaciones de gótico, en la capilla inaccesible de la Trinitat. Más vale un original del siglo XVIII que imitciones del siglo XX, por lo que considero que dicho monumento a nuestros reyes debería volver a la Seu.
El Àrea de Conservación de Patrimonio esta haciendo un trabajo excelente y pronto se verán los frutos de esa labor. Hay que tener paciencia, no es fácil su tarea así como tampoco su financiación.
Así mismo convendría finalizar las obras de la Seu colocando los pináculos que faltan.