Lluki Portas, Marc Homar, Gal·la Peire, Josep R. Cerdà y Diego Ingold, esta mañana en la rueda de prensa.
La oveja clonada Dolly, la perra espacial Laika o Excalibur, el perro supuestamente infectado de ébola, protagonizan Excalibur i altres històries d'animals morts, la controvertida y satírica pieza de la compañía Hermanas Picohueso. Después de representarse el fin de semana pasado en el Teatre d'Artà, el montaje llega este viernes (19.00 horas) a la Sala Gran del Teatre Principal de Palma. También podrá verse el sábado a la misma hora y el domingo, a las 18.00 horas. Esta última función podrá seguirse también en streaming.
Excalibur i altres històries d'animals morts es una sátira sobre la sociedad actual y la manipulación de los medios de comunicación y las fake news. El montaje, planteado como un programa de televisión en directo y protagonizado por títeteres, pone en cuestión «las estructuras del poder y de la política del miedo y del control desde la perspectiva de los animales que acaban sufriendo las consecuencias», advierten los miembros de la compañía, formada por Lluki Portas, Diego Ingold y Gal·la Peire, quienes firman la dramaturgia y la dirección escénica. En el espectáculo también participa Marc Homar.
En la rueda de prensa celebrada esta mañana en el Principal, el director de este teatro, Josep R. Cerdà, subrayó la capacidad de Hermanas Picohueso por «explorar los límites del lenguaje teatral contaminándolo con otros lenguajes pero sin perder ni una pizca de la esencia teatral».
La controvertida pieza se estrenó en mayo de 2019, cuando lo que estamos viviendo hoy era imprevisible. Por ello, Hermanas Picohueso han incluido al principio del montaje esta breve advertencia y fatal coincidencia, pues en la pieza también habla de las enfermedades y pandemias, así como de las farmacéuticas como lobby. "En esta obra ya hablábamos del ébola, ántrax, de las vacas locas o la gripe aviar. Pero todo ha quedado en nada con la pandemia que tenemos ahora.Hemos tenido que hacer algunas modificaciones para adaptarnos a la nueva situación, pero mantenemos el 95 % de la original", ha explicado Diego Ingold.
Cabe destacar que esta pieza fue censurada en las últimas fiestas de la Mercè de Barcelona por el lenguaje que se emplea. En este sentido, la compañía ha querido aclarar que «aunque salgan títeres en la obra, no es apta para niños».
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