Con el acompañamiento de un altavoz, los actores, primero por separado, interactuaban con el entorno de la Costa del Teatro: hacían estiramientos, piruetas y, en un momento de la función simularon empujarse y golpearse los unos con los otros. Tal verosimilitud tuvo la actuación que los pocos perros que había entre el medio centenar de personas que presenciaban el espectáculo pensaron que se trataba de una reyerta real y empezaron a ladrar con brío. Este hecho no hizo sino aportar más realismo a la escena y dotarla de más potencia sensorial.
Otro de los números de la compañía formada por: Aina Aulí, Gypsy Nel·lo, Joan Servera, Joan Maria Pascual y Leo Alburquerque fue la Muerte del Teatro; cuatro actores sostuvieron y caminaron con Joan Servera encima en posición de cruz para simbolizar la defunción de este arte escénico que ha visto peligrar su subsistencia por culpa de la pandemia del Covid-19. Hubo un momento en el que los actores, en un aparente estado de locura empezaron a coger carrerilla y golpear contra las barreras de los puestos de souvenirs cerrados de la Costa del Teatre, en los laterales del Principal demostrando agresividad y causando un gran estruendo ya que los cinco actores lo hicieron de manera casi simultánea.
Gypsy Nel·lo Peeters es una de las actrices que participaron en la ‘performance'. Comentó que «somos un colectivo que trabaja con el espacio público y lo hacemos, no solo poniendo las artes escénicas en la calle, sino con las propias cosas que nos aporta la calle: las hostilidades, la naturaleza conducida por la mano del hombre, el cemento, la arquitectura, las texturas, el cemento, el movimiento, los ruidos... Siempre jugamos con una crítica hacia lo que nos interesa porque creemos que el teatro y las artes vivas son una herramienta de denuncia social y de transformación».
3 comentarios
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... me parece muy bien que la cultura salga a la calle... en cuanto termine la pandemia, los pasos de las procesiones que no vuelvan a salir de sus templos, y que tome el relevo el teatro...
Para actos de violencia, robos, etc., ya nos basta el día a día de nuestra isla. Si solo saben hacer lo que exponen mejor no ir. Y a saber en qué "llengo".
Lo que se llamaba, en otros tiempos, un "sainete" o "impromptu".