Miquel Àngel Tortell es el secretario de la Fundació ACA de Búger. | Juanjo Roig

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«La intención y el objetivo real de Antoni Caimari Caldés [hijo del recientemente fallecido Antoni Caimari Alomar] es hacerse con el control de la Fundació ACA». Así de contundente se mostró ayer, en respuesta a las informaciones publicadas por este diario, el secretario del Patronato de la Fundació ACA, Miquel Àngel Tortell, en representación de dicha entidad. El hijo del alma máter de este espacio artístico y musical con base en Búger acusó a los patronos de «saltarse la ley» tras la negativa, «por imperativo legal», de hacerse cargo de los costes de los cuidados y la manutención de Antoni Caimari Alomar en base a la Ley de Donaciones.

En realidad, según cuenta Tortell, «lo que hizo Antoni Caimari Alomar no fue una donación, fue una aportación no retornable en ningún caso», por lo que los argumentos de su hijo, Antoni Caimari Caldés, «caen por su propio peso». Tal y como detalla el secretario de la Fundació ACA, «la Ley de Fundaciones tiene una naturaleza administrativa y dicha ley obliga imperativamente a perseguir fines de interés general para un beneficio colectivo, no puede aplicarse en este caso el Código Civil porque regula situaciones entre particulares, no puedes dar prestaciones a favor de un patrono o familiares» de los mismos. «Son principios básicos», matiza.

Destitución

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Miquel Àngel Tortell, sobre la destitución de Antoni Caimari Alomar como presidente de la Fundació ACA en octubre de 2019, que según el hijo de éste último es ilegal, cuenta que «el Patronato nombró a un nuevo presidente en base a lo previsto en los nuevos estatutos, que se modificaron hace do años; lo que ha pasado es que la Administración solicitó documentación complementaria para proceder a la inscripción del nombramiento en el registro». Así, «queríamos modificar esa figura que era la presidencia vitalicia». Son dos puntos, el de los estatutos y el de esta última figura, «en los que hemos estado trabajando en los últimos años y éste es el último paso que nos falta para regular la situación de la Fundación».

Sobre las acusaciones del hijo de Caimari, Tortell avanzó a este diario que «no entraré a valorar más mentiras por parte de este personaje, solo diré que 23 secuencias después [en referencia a las publicaciones de Caimari Caldés en Facebook] hemos tenido que contestar. Nosotros siempre optamos ir por la vía conciliadora para tratar de sacar adelante la Fundació ACA y esta persona sigue con este tipo de juicios mediáticos que ya tienen que terminar, no nos gustan y no vamos a entrar en ese juego». «Su juego es como el de Goebbels y Trump, que machacan a base de mentiras».

Para Tortell, en ningún caso puede hablar Alomar Caldés «en nombre de su familia», ya que entre los que se encuentran su madre y su hermana de Antoni Caimari Caldés, quienes «siempre han votado con lo acordado por el Patronato, el único que se levantar, se va dando un portazo y luego vuelve es él». Además, el secretario de la fundación cree que, además de intentar tomar el control de ACA, el hijo de Caimari Alomar quiere «privatizar en beneficio individual el patrimonio de una fundación». Lo dice porque hace unos meses que Caimari Caldés registró a su nombre una actividad estrella de ACA, el Encontre de Compositors, así como la marca del estudio de grabación que se encuentra en el espacio de Búger.

En este sentido, Tortell contó que el Patronato se percató recientemente que el hijo de Caimari «se ha llevado» de la fundación material de la fonoteca, «y esa acción es directamente un robo», concluye.