Oda a las grandes mujeres de Ciutat

Al finalizar la ceremonia, los ganadores de los Premis Ciutat de Palma, junto a las autoridades, posaron en una fotografía de familia en el patio del Castell de Bellver. | Pilar Pellicer

Adrián MalagambaPalma28/05/21 23:50

La gala de los Premis Ciutat de Palma se celebró este viernes y fue la noche de los cambios. La fría noche de Sant Sebastià, fecha tradicional de la entrega de estos premios, fue sustituida por una estivalmente fresca velada de finales de mayo, y las butacas del Teatre Principal cedieron su protagonismo al patio del Castell de Bellver, un lugar emblemático para entregar los galardones en un evento presentado por Irene Solà y Jordi Julià.

Suya fue la responsabilidad de hacer amena la noche en la que se le dio un papel primordial a las mujeres de la historia. No en vano, de trata de la edición con más ganadoras de siempre y fue la propia Solà la primera en reivindicar su papel.

De este modo, la que en su tiempo fuera la prisión del ilustrado Jovellanos, sirvió para liberar los premios. Fue el regidor de Cultura, Antoni Noguera, el encargado de dar el pistoletazo de salida a la gala con su discurso inicial que mencionó los «cambios en las prioridades» que ha ocasionado la pandemia y ha motivado «poner a las personas en el centro». Y como de cambios fue la cosa, también fue él quien anunció los cuatro nombres de las mujeres que darán título a los galardones de Investigació, Gastronomia, Arts Escèniques y Audiovisuals, a partir de ahora y que son Montserrat Casas, Caty Juan de Corral, Margaluz y Maria Forteza, respectivamente. De este modo «se reconoce la labor de las mujeres de nuestra sociedad», explicó Noguera quien, asimismo, tuvo palabras de recuerdo para Warda Ouchene, asesinada en sa Pobla.

Vídeos

Ese fue, de hecho, el hilo conductor de toda la noche: el papel de la mujer a lo largo de la historia. Razón por la cual se proyectaron diferentes vídeos sobre figuras históricas femeninas pioneras del ámbito social y cultural tanto a nivel local como internacional.

Sobre el valor general de la cultura pivotó el parlamento del alcalde de Palma, José Hila, quien destacó su «capacidad de engrandecernos como personas y como sociedad» y remarcó tanto el «compromiso del Ajuntament» como la «deuda» que «esta obra colectiva que es Palma» tendrá siempre con los ganadores de los premios.

Y como los protagonistas verdaderos eran ellos, llegó el turno de que fueran desfilando para ser objetos de todas las miradas del reducido público asistente, que rozó la centena de personas. De nuevo, el aspecto audiovisual ganó peso con la proyección de vídeos en los que se anunciaba a los ganadores o, incluso, estos mismos aparecían dando detalles de sus proyectos. Todo esto fue salpimentado –nunca mejor dicho– con una performance del Premi de Gastronomia, Tomeu Arbona, quien junto a su hija Clara Arbona y el músico Guillem Femenias, desarrollaron una acción culinaria al ritmo de tonadas populares.

Música

A su vez, los Premis de Música Bonet de Sant Pere, Joana Gomila y Laia Vallés, dieron un aperitivo de Paradís, el disco que les ha proclamado vencedores, con la interpretación de dos piezas que precedieron a Laia Ferrer, la cantante que clausuró la ceremonia entonando La Balanguera justo cuando la noche estrellada servía de bóveda al circular patio de Bellver reivindicando que, a pesar de los esfuerzos –de agradecer– por que lo audiovisual gane peso debido a la pandemia, lo real es insustituible.

Tras las últimas notas del himno de Mallorca, la gente comenzó a reunirse y a charlar en corrillos y la gala de los cambios finalizó, quizá para acoger elementos de este nuevo formato y, sobre todo, atestiguando que algunas cosas ni pueden ni deben cambiar.