La investigadora Lourdes Melis Gomila, posando para esta entrevista. | Jaume Morey

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Lourdes Melis Gomila (Porto Cristo, 1985) defendió recientemente su tesis doctoral, dentro del programa de Turisme de la Universitat de les Illes Balears (UIB), en la que reflexionaba sobre el potencial turístico de los museos de las Baleares. En pleno debate sobre el modelo turístico, Melis –licenciada en Historia del Arte y profesora de Museología en la UIB– defiende que el cultural es una buena alternativa. Sin embargo, se pregunta si ese cambio de modelo es posible y analiza exhaustivamente el panorama museístico de las Islas. En este sentido, reconoce que «pensaba que habría muchos referentes y trabajos sobre este tema, pero no es así. Sí que hay estudios sobre museos concretos, pero no a nivel balear, que parece que ha pasado desapercibido».

En cuanto al asunto más urgente y «serio» que hay que resolver es la cuestión legal y administrativa, pues Melis asegura que «existe un vacío legal por la falta de reglamentos necesarios tanto en las Pitiüses como en Menorca y, en Mallorca, este trámite está en una fase inicial». «El reglamento de reconocimiento y registro de museos no se aprobó hasta 2013 y todavía no existe una lista detallada de todos los centros museísticos», denuncia.

Censo

Así las cosas, Melis ha tenido que elaborar un censo propio siguiendo un criterio «muy general», como el contar con un discurso museográfico de cierta calidad o un horario permanente o semipermanente. «He contabilizado un total de 61 centros en Mallorca, 14 en Menorca, 12 en Eivissa, uno en Formentera y uno en Cabrera. Sin embargo, en Menorca y en Eivissa no hay ningún museo reconocido como tal y, en Mallorca, solo 10. Según la ley, el 90 por ciento de los museos no se pueden considerar como tal», detalla.

Otra cuestión que ha observado Melis es la falta de un estudio sistematizado y constante del público que visita los centros. «Cada centro lo hace a su manera y no hay un sistema determinado y unificado. Así que a la hora de hacer el estudio he intentado unificar criterios», advierte. «Por ejemplo, algunos, en el apartado de usuarios locales, incluyen a los residentes, a las visitas en familia y también las escolares. Y no es lo mismo. Otros, en cambio, separan las visitas escolares, ya que normalmente implican un mayor volumen de visitantes», compara.

«El gran inconveniente surge cuando se quieren promocionar los museos. Conocer a tu público es esencial para confeccionar el discurso museográfico. Estas cuestiones ya podrían constituir una tesis doctoral en sí mismas», afirma. «Y todo este desorden es por culpa de la falta de recursos y, especialmente, de personal, porque es imposible que la misma persona que vende las entradas y se ocupe de dar información y atender al público tenga que encargarse de los formularios», insiste.

Inversión

Por ello, Melis reclama más inversión y presupuesto para la gestión de los centros y colecciones. «A los políticos les gusta mucho inaugurar nuevos museos y centros, pero luego, ¿qué pasa a medio y largo plazo? He podido comprobar que la tendencia es que no hay una reflexión de los nuevos museos. De hecho, algunos han cerrado poco después de abrir», critica.

Y lo peor de todo, añade Melis, es que «el patrimonio cultural que tenemos en las Islas es buenísimo y no lo aprovechamos, no se valora». «Hay mucha calidad, pero si no hay los recursos necesarios no se puede hacer nada. En la tesis destaco el esfuerzo de los trabajadores de los centros, pues hay muchos museos que permanecen abiertos gracias a ellos. En algunos casos, es gracias a asociaciones de voluntarios que tienen sus puertas abiertas y ese nivel de precariedad no se puede tolerar», subraya.

Melis alerta de que no hay un «sistema unificado» sobre el público
Melis alerta de que no hay un «sistema unificado» sobre el público.

A pesar de todo, Melis concluye que «el mensaje es en positivo»: «Tenemos unos museos y unas colecciones museográficas que te tiran de espaldas». Además, señala que su tesis deja muchas vías abiertas para que «la gente pueda investigar y profundizar más en muchos asuntos». «Hay mucho trabajo por hacer, pero tiene que hacerse de forma conjunta, coordinada. Hay acciones puntuales, pero son demasiado esporádicas y también hay que trabajar con el departamento turístico. Aprovechemos lo que tenemos», sugiere.