Lucas Macías, en un momento del ensayo general con la Orquestra Simfònica. | CÉSAR MIRALLES / OSIB

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Lucas Macías (Valverde del Camino, Huelva, 1978), considerado uno de los oboístas más importantes del mundo, será el solista y el director del cuarto concierto del ciclo Estius Simfònics de la Orquestra Simfònica. La cita, que lleva el nombre de Història transfigurada, será esta noche, a las 21.00 horas, en el patio de La Misericòrdia.

Será la primera vez que Macías, actual director artístico de la Orquesta Ciudad de Granada y director titular de Oviedo Filarmonía, actúe en la Isla, algo que vive con especial «ilusión». El recital irá a cargo de un grupo de cuerda de la Simfònica y el repertorio, según detalla Macías, será el mismo que ofreció en un concierto cerca de Oporto y que el director de la Simfònica, Pablo Mielgo, le invitó a repetir en la Isla.

Suite de la Época de Holberg, que Edvard Grieg compuso en 1884 para rendir homenaje al escritor noruego Ludvig Holberg, será la que abrirá la velada. A esta composición basada en el estilo de danza barroca le seguirá el Concierto para oboe de amor, de Johann Sebastian Bach, que interpretará Macías. La Noche transfigurada, op. 4, de Arnold Schönberg, pondrá el broche final.

Este último título, recuerda Macías, está basado en un poema homónimo de Richard Dehme y que relata una historia de amor de sensaciones muy amargas. Realmente es una obra maestra, muy difícil para la cuerda, post romántica», explica Macías, quien afirma que «es un programa maravilloso y ameno, pues está conformado por diferentes estilos, de melodías muy tonales y muy romántico, aunque sea también barroco y clásico».

Respecto al repertorio existente para oboístas solistas, Macías reconoce que hay «mucha riqueza de obras en el periodo barroco, de la mano de Bach, Vivaldi o Marcello. En el clásico, en cambio, hay bastante menos. Menos mal que tenemos un concierto de Mozart, por ejemplo, o la gran obra de referencia que tenemos los oboístas como es el de Richard Strauss, que compuso en 1945». Así las cosas, Macías admite que «dentro de lo que cabe, es un repertorio limitado comparado con el de otros instrumentos, como el cello, el violín o el piano».

Sobre la situación de la música clásica en el panorama actual, el oboísta asegura que «en general en España hay un nivel muy alto y cada vez los músicos jóvenes logran reconocimeintos en los certámenes o festivales, así como en centros prestigiosos de nuestro país». Sin embargo, advierte que echa en falta el «apoyo institucional». «La clase política tiene que ser consciente de que la música clásica no es un artículo de lujo y que es algo muy importante a nivel cultural, social y educativo», insiste.

Asimismo, opina que siguen intentando acercarse al público joven, a quien invita a asistir a este concierto. «Los jóvenes no tienen que tener miedo de la música clásica, pues toda la música es buena para el espíritu, sea jazz, rock o pop y, además, es la base de muchas composiciones actuales».