Jeroni Obrador, en la presentación de la plataforma Intelsoul.

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El dramaturgo y director Jeroni Obrador, quien lleva diez años cultivando la formación emocional en compañías y centros de América Latina, acaba de estrenar en el Teatre Principal de Santanyí Ànima, un montaje con el que afirma que ha creado un «nuevo género teatral» que lleva este mismo nombre y que se basa en la «autogestión emocional a partir de la técnica actoral».

«Antes de Santanyí hicimos un preestreno en el Teatre de Petra, en colaboración con el Consell mediante el CACIM. Fueron tres talleres que tuvieron una gran acogida por parte del público y en los que integré los talleres de poesía con la cultura emocional», cuenta Obrador. Y así, fruto de su pasión por el teatro y por las emociones, nace Ànima, una pieza «versátil» concebida como una sesión de teatro y una «clase» para aprender a gestionar las emociones a partir de la técnica actoral.

El montaje consiste en seis escenas que se corresponden con las seis emociones básicas: tristeza, ira, alegría, sorpresa, miedo y asco. «En el taller trabajamos estos conceptos para que el usuario vaya aprendiendo a tener memoria corporal de sus emociones», explica. «Los actores deberían ser, en el siglo XXI, referentes en la autogestión emocional, pero no es así. No puede ser que la disciplina más antigua que manipula las emociones no cuide el proceso y que solamente importe el resultado, olvidando el camino. No cuidar la pedagogía en el proceso de creación es como hacer un plato de comida con ingredientes podridos», advierte.

Principios

Uno de los principios dramatúrgicos principales de este nuevo género es la temática, que es terapéutica, en una estructura «contemporánea» y que se vertebra como una pieza única y completa. Además, es multidisciplinar y permite introducir otros textos o piezas de diferentes lenguajes, sea danza, música o teatro, así como se pueden incluir otras disciplinas como el yoga, la meditación o la antropología. El público juega un papel muy importante y es participativo, guiado y acompañado por un maestro de ceremonias.

Asimismo, el formato puede ser familiar, adulto, joven o infantil dependiendo del tratamiento que se le quiera dar al montaje. En este sentido, permite la creación propia de diferentes directores en un mismo montaje y se puede representar con un solo intérprete, que tiene como objetivo apoyar la temática con escenas, para que el espectador viaje y viva durante la representación las emociones a trabajar. Finalmente, se pone la mente al servicio del cuerpo y deja en manos del espectador la resolución del conflicto. «En este caso, Ànima bebe del teatro y de la poesía e incluye poemas de Antònia Vicens y uno inédito de Pau Vadell», destaca Obrador.

Por otra parte, después del estreno en Santanyí, también se pudo ver el audiovisual de meditación escénica Agradecer haber nacido, con la conocida actriz Lara Martorell, y ha puesto en marcha la plataforma digital Intelsoul en la que ofrecerán talleres de formación emocional.