La mallorquina posa en una imagen reciente en Palma. | MIQUEL ÀNGEL CAÑELLAS

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El cine corre por las venas de la mallorquina Aina Calleja. Ya sea detrás de las cámaras, dirigiendo, o encerrada en el «cuartucho», como ella o describe, montando y editando. Su último proyecto es, además, es uno de palabras mayores. Actualmente Calleja se encuentra montando El nieto, la nueva cinta de Nely Reguera protagonizada por Carmen Machi e Itsaso Arana, y que se ha rodado en Grecia con la producción de Radio Televisión Española, TV3 y Movistar+, entre otras.

Calleja explica que no es la primera vez que trabaja con Reguera. La cineasta y la mallorquina ya colaboraron en la cinta María (y los demás), el primer trabajo de Reguera y que fue nominado a varios premios, incluido los Goya. De hecho, Calleja recibió una nominación a los premios Mestre Mateo por su trabajo de edición en esta cinta.
Calleja señala que ella y Reguera se llevan «muy bien» y que ahora «estamos dándole vueltas al montaje y creo que va a quedar muy bien». Se trata, de hecho, de una producción de gran calibre y «muy arriesgada» por diversos factores. Por un lado, «el formato», al haber sido rodada en un campo de refugiados en Grecia «con un niño no actor y gente de allí mismo».

Grecia

La protagonista, Carmen Machi, interpreta a una doctora jubilada que cansada de su vida monótona decide irse a un campo de refugiados donde descubre una realidad que no habría podido imaginar y que le lleva a explorar los límites entre el amor y la necesidad de sentirse útil.

Por estas razones, Calleja reitera que es «una historia con un riesgo y, además, es un reto muy interesante trabajar en un proyecto así».

Con Reguera, pues, Calleja puede poner en práctica de nuevo la labor de orfebrería que realiza como montadora y que es, como ella misma describe, un «abrir puertas y ventanas al director o directora para que pueda ver por primera vez la película que ha hecho y redescubrirla de otra manera».

Dicho de otra forma, no es un simple cortar y pegar escenas grabadas, sino que implica «saber mucho de guion» y un equilibrio entre el material recibido y «saber dónde está el problema y cómo solucionarlo». Esto, de hecho, implica «un arte a la hora de montar que mucha gente no sabe».

Además, su trabajo tiene la particularidad de que «cuanto menos se note, mejor es el montaje». Al fin y al cabo, es juntar las piezas de un trabajo ajeno y por ello «es muy importante tener la confianza del director porque, al final, es un trabajo en equipo y es tan creativo como cualquier otra parte de una película».

A su vez, Calleja considera lo peor y mejor de su profesión siendo lo primero «el bloqueo que a veces tienes» y lo segundo, como respuesta a lo anterior, «el momento de eureka cuando una idea que has tenido funciona a la perfección».

En ese «cuartucho» es, pues, donde ocurre toda esa magia que sigue al estrés del rodaje, de las cámaras y el grito de ¡acción!. Calleja lo describe como «una especie de oasis tras la filmación» en la que el director y el montador trabajan codo con codo para finalizar la parte visual del filme.

México

Calleja, además, también ha trabajado en México en algunos capítulos de Pan y circo, una serie de debates distendidos con el reconocido actor Diego Luna (La terminal, Star Wars: Rogue one y Día de lluvia en Nueva York, de Woody Allen ) como host, guionista y productor.

A su vez, Calleja cuenta con otros dos proyectos entre manos que verán la luz en breve. Por un lado, el montaje de Tros, cinta que adapta la novela de Rafael Vallbona dirigida por Pau Calpe y protagonizada por Roger Casamajor; y, por otro, la dominicana Una película sobre parejas, que dirigen Natalia Cabral y Oriol Estrada, con quienes Calleja ya trabajó en Miriam miente, por la cual fue nominada a un premio La Silla por la edición y en la que también consta como guionista debido al «trabajo que tuvimos que hacer a la hora de montar» ella y su marido, Javier García Lerín, y que confirma lo dicho anteriormente sobre su profesión como «un arte y un proceso creativo más».