Hasta la lluvia dio paso a un sol radiante minutos antes de que empezara el desfile por la alfombra roja en el Palacio Municipal de Congresos, que acogió una gala de casi tres horas en la que se cumplieron los pronósticos tanto en cine como en televisión.
El olvido que queremos, una buena mezcla hispano-colombiana
El olvido que seremos, una producción colombiana dirigida por un español (Fernando Trueba) y protagonizada por otro (Javier Cámara) llegaba a la gala empatada en 11 nominaciones con La llorona, del guatemalteco Jayro Bustamante. Pero la adaptación de la novela de Héctor Abad Faciolince se llevó los premios principales.
Mejor Película Iberoamericana de Ficción, mejor Dirección (Fernando Trueba), mejor Guion (David Trueba), mejor Dirección de Arte (Diego López) y mejor Actor, para un Javier Cámara que se transformó (literalmente) en colombiano para dar vida a Héctor Abad Gómez, padre de Faciolince.
La historia sentimental y autobiográfica de Faciolince había sido seleccionada para participar en el Festival de Cannes de 2020, que no se celebró, y se llevó el Goya a mejor Película Iberoamericana.
Su gran competidora esta noche era La llorona, otro premiadísimo filme, que comenzó su carrera ganando el galardón principal de las Jornadas de los Autores de Venecia de 2019.
En la gala de este domingo consiguió tres premios técnicos, a mejor Montaje (para Gustavo Matheu y Bustamante), mejor Dirección de Fotografía (Nicolás Wong) y mejor Dirección de Sonido (Eduardo Cáceres).
Los premios de interpretación se completaron en el apartado femenino con un pleno de La boda de Rosa, la película de Icíar Bollaín sobre una mujer que decide dar un giro radical a su vida.
Esa mujer es Candela Peña, que hoy ha recogido un merecido premio, completado por el conseguido por Nathalie Poza como mejor Actriz de Reparto por interpretar a la hermana de la protagonista en este filme.
«Siempre quise ser actriz porque me soñé múltiple y diversa», dijo Poza al recoger un premio que se lo dedicó «a la genia de las genias, Candela Peña», mientras que su hermana de ficción puso su habitual sentido del humor al afirmar: «me siento un poco como si estuviera en Miss Mundo representando a España».
Y el chileno Alfredo Castro, uno de los grandes nombres de la actuación latinoamericana, se llevó su segundo Platino -el primero fue como protagonista de Los perros (2017)-, como mejor Actor de Reparto por El príncipe.
Su compatriota Maite Alberdi completó en Madrid el triunfal recorrido de El agente topo, una cinta que fue nominada al Óscar, y que consiguió los Platino a mejor documental y el premio especial al Cine y Educación en Valores. Y la realizadora pronunció un emotivo discurso recordando la dureza de la soledad en la vejez.
El premio a mejor Ópera Prima fue para Las niñas, de Pilar Palomero, que suma su Platino a los cuatro Goya, tres Feroz y la Biznaga de Oro del Festival de Málaga.
Aránzazu Calleja y Maite Arrotajauregui se llevaron el Platino a mejor Música por su composición para Akelarre, y La gallina turuleca, del argentino Eduardo Gondell y el madrileño Víctor Monigote, el de Animación.
Poco reparto en TV: Todo para Patria y El robo del siglo
En el apartado televisivo, con seis Platino en liza, dos producciones acapararon todos los premios. Patria, adaptación de la dura novela de Fernando Aramburu sobre cómo afectó el terrorismo de ETA a dos familias, fue la triunfadora de la noche con cuatro premios de los cinco a los que optaba.
Mejor Miniserie o Teleserie Cinematográfica Iberoamericana; mejor Actriz (Elena Irureta, que completa un año redondo tras haber conseguido el Forqué y el Feroz); mejor Actriz de Reparto (Loreto Mauleón, que no pudo contener las lágrimas) y mejor creador de Miniserie o Teleserie (Aitor Gabilondo).
Las heridas provocadas por ETA «aún están abiertas», dijo Gabilondo, que mostró su esperanza en que esta serie ayude a cerrarlas.
Andrés Parra como protagonista y Christian Tappan, como secundario, fueron los ganadores de los dos Platino por su trabajo en El robo del siglo, una serie que cuenta la historia del asalto al Banco de la República en Valledupar en 1994, en el que los ladrones se llevaron el equivalente a 33 millones de dólares.
La gala del reencuentro
Unos premios que se entregaron en una gala presencial y muy musical, presentada por la colombiana Juana Acosta y el mexicano Luis Gerardo Méndez, y en la que la palabra reencuentro fue una de las más pronunciadas por los asistentes.
Con mascarillas, que al levantarse dejaban ver enormes sonrisas, unas 800 personas (el 50% del aforo) asistieron a la gala, mostrando su felicidad por volverse a ver, por pisar los escenarios y por celebrar el cine. Y algunos aprovecharon para lanzar mensajes de apoyo, a La Palma, en el caso de Alex García, o a la inclusión, por parte de Diego Luna, que recibió el Platino de Honor.
Además de todos los premiados, por la alfombra roja pasaron rostros tan conocidos como los Ester Expósito, Paco León, Alejandro Speitzer, Belén Cuesta, Manolo Caro, Michel Franco, Belén Rueda, Alex de la Iglesia, Álvaro Morte y Najwa Nimri.
También Becky G, Natalia Oreiro, Sara Baras, Pedro Capó y Carlos Baute, que actuaron en una noche llena de música y en la que hasta los presentadores se arrancaron a bailar.
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