En estos 50 años, la mallorquina ha timoneado todas las modas, doctrinas y tendencias hasta llegar aquí, indemne y convertida, a pesar de su hippismo subterráneo, en la más moderna de todas. Este sábado, alzó el telón del 14º Jazz Voyeur Festival en el auditorio de Son Amar, arropada por la Big Band Begues dirigida por Toni Cuenca.
No todo es impostado en esta era digital e impersonal. Maria del Mar Bonet es real. Su voz es una poderosa verdad a la que aferrarse, una certeza que lleva más de medio siglo brillando. Su credo se reza a coro, como anoche en Palmanyola, donde dio sentido a un repertorio que funde el Mediterráneo –reserva espiritual y eterna fuente de inspiración de la artista– con el jazz y el swing de vieja escuela. El setlist incluía canciones de Guillem d'Efak, canciones de los hermanos Gershwin adaptadas al catalán y un homenaje a uno de los grandes de la música popular mallorquina: Bonet de San Pere.
La artista se sumergió en un recital que mostró las conexiones que unen la canción de autor mediterránea, ratificando la vigencia de algo tan aparentemente sencillo y a la vez complicado, como es lograr conmover con la voz y la palabra. Aunque tampoco hace falta demasiado cuando se tiene una voz como la suya.
A esta mallorquina universal le gustan las músicas con filosofía, géneros que encierran una forma de plantarle cara a la vida, al tiempo, a su paso y a su futuro inescrutable. Se encuentra entre esos creadores privilegiados a salvo de las modas y las oscilaciones comerciales. Sus canciones encandilaron a un público cercano, entregado a la calidez de uno de sus autores referenciales. Y es que todos han vivido alguna emoción envuelta en su música. Y eso crea un vínculo indestructible.
Intensidad
Sensual, cálida, exquisita… se agotan los calificativos para describir a María de Mar Bonet, una artista que impregna todo lo que toca con un barniz delicado que desborda intensidad, forjando creaciones íntimas pero universales. La mallorquina estuvo bien arropada por la Big Band Begues, una asociación cultural que busca incentivar el conocimiento y consumo de la música. Todo ello bajo la dirección musical del director, compositor, productor y bajista Toni Cuenca
4 comentarios
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Mare, què volen aquesta gent que truquen a tota hora a ses escoles, pareixen setze jutges que continuament ens jutgen com a bons i dolents segons sa llengua o dialecte que xerram, i ens divideixen, ens enfronten i ens obliguen a xerrar un únic dialecte extern de sa nostra terra de Mallorca illa amor a ses escoles, en lloc d’utilitzar MES diverses llengües i poder millorar sa notra cultura. Ens diuen que ses altres llengües i dialectes nostres són molts dolents i perjudicials i que crean odi, i que noMEs un, el seu, l’únic, gran i lliure dialecte català, es vàlid per comunicar-nos entre nosaltres i els nostres visitants. Mare, perque ens volen tant de mal i ens crean tant d’odi. Mare, què volen aquesta gent que truquen a tota hora.
Felipe MartinezEstoy de acuerdo contigo, su nombre era PEDRO BONET MIR, pero utilizó artísticamente el nombre de BONET DE SAN PEDRO. y aporto la siguiente información aparecida el día de su muerte "El cantante de 'Raska yú' fue muy popular en los años 40 y 50 El músico y cantante melódico Bonet de San Pedro -Pedro Bonet Mir-, popular en la decáda de los cuarenta y cincuenta por la canción Raska yú", fue publicada por ANDREU MANRESA - Palma de Mallorca - 19/05/2002. En vida siempre fué, artisticamente, BONET DE SAN PEDRO.
Felipe MartinezClaro que no, nadie tiene derecho a cambiarle el nombre (o el apellido), ni por exigencias del guion . Por mucho respeto que nos merezca Mª del Mar . . . también nos lo merece el inefable y querido Bonet de San Pedro.
Bonet de San Pedro, no cambiar el nombre, por favor...