El narrador y poeta Antoni Vidal Ferrando. | Carles Domènec

TW
0

Uno de los premios literarios más prestigiosos de la literatura catalana, el Premi Carles Riba de poesía, en su edición 63, fue ayer entregado al escritor Antoni Vidal Ferrando (Santanyí, 1945) por el poemario Si entra la boira no tendré on anar, en el transcurso de la Festa Òmnium de les Lletres Catalanes – Nit de Santa Llúcia, celebrada en el Teatre Nacional de Catalunya, de Barcelona.

«Si entra la boira no tendré on anar es un diálogo entre pasado, presente y futuro, construido a partir de todo aquello que ha ido en contra de los ideales, los sueños y amores de la vida del autor», avanzaron ayer los miembros del jurado, compuesto por Sebastià Alzamora, Laura López Granell, Josep M. Fonalleras, Josep Lluch y Teresa Pascual. Con una dotación discreta de 3.000 euros, el libro se publicará en febrero en la colección Els llibres de l'Óssa menor de Proa.

«El título del libro es una referencia a la indefensión producida por el hecho de ir envejeciendo sin haber visto que se fueran cumpliendo las ilusiones de vivir en un mundo mejor y en una tierra menos desnaturalizada y más libre», señaló el autor. El jurado destacó que «desde las formas exquisitas y clásicas de sus primeros libros, la escritura de Vidal Ferrando ha evolucionado hacia una aparente sencillez, circunstancia que significa que, en realidad, ha ganado en complejidad».

Al concurso optaron un total de 46 originales. «El poemario de Vidal Ferrando consta de construcciones casi aéreas de tan delicadas, tanto en verso como en prosa, con imágenes memorables, algunas bellísimas, otras perturbadoras», destacó el jurado. Por su parte, Filmin, cuyo fundador es el mallorquín Jaume Ripoll, recibió el Premi Muriel Casals de Comunicació por «el tratamiento de la lengua catalana en un plano de igualdad respecto al resto y su potencia como producto audiovisual en el complicado contexto actual».

El 62 Premi Sant Jordi de novela fue para Sergi Belbel (Terrassa, 1963) por Morir-ne disset, y Ricard Sunyol Estadella (el Masnou, 1989) se llevó el 24 Premi Mercè Rodoreda de relatos por Declaració d'invencions. A su vez, Carles Sala (Girona, 1974) obtuvo el Josep M. Folch i Torres por la novela infantil Capità Lluc, y el artista chino Ai Weiwei logró el 35 Premi Internacional Joan B. Cendrós por «su defensa insobornable de los valores democráticos, que le ha obligado a exiliarse, primero a Alemania y, más recientemente, a Portugal». El premio Joaquim Ruyra, dedicado a la narrativa juvenil, fue declarado desierto por el jurado.