Josh Kantor, Eddie Muñoz, Michael Giblin, Clem Burke y Keith Streng son los miembros que forman Split Squad, la banda que toca el viernes en Palma.

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Habla tranquilamente, como alguien que domina los tempos. No es de extrañar teniendo en cuenta que lleva prácticamente medio siglo marcando el paso de bandas y artistas de renombre como The Ramones, The Romantics o Eurythmics desde su batería. No obstante, si hay una formación por la que Clem Burke es conocido es Blondie, la cual él mismo fundó y para la que fichó a Debbie Harris. Burke llega a Mallorca esta semana para actuar el 18 junto a su banda, Split Squad, en el Teatre Mar i Terra a las 20.00 horas, mientras que el 17 presenta su documental My View. Se trata de las primeras fechas del festival ContrastMallorca cuyo cartel completan Andy Cairns, que tocará el 26 de noviembre, y Mando Diao, que actuará el 10 de diciembre en el Xesc Forteza en un concierto que ha agotado entradas.

Tenía que venir a la Isla en 2020, pero la pandemia tuvo otros planes. ¿Tiene ganas de volver?
—La verdad es que sí. Me encantó Mallorca. Estuve en febrero de 2020, cuando David Riu me contactó para el primer Contrast, pero no pudo ser. Hace unos meses mostré mi documental en Ibiza, pero tenía la espina clavada y ahora estoy muy feliz de volver.

Aquí tocará con Split Squad, en la que está Eddie Muñoz, de The Plimsouls, banda con la que tocó en Mallorca en los 90. ¿Lo hace más especial todavía?
—Es cierto, hicimos una gira por España y tocamos en la Isla. De hecho, tocaremos una canción de los Plimsouls, así que es muy especial, pero también porque será la primera vez que toquemos todos juntos allí. Además, será el principio de un tour por España.

¿Cómo han sido estos dos años de pandemia para usted?
—He trabajado bastante. Hemos hecho un tour con Blondie que vamos a retomar en breve, además de un nuevo álbum y no paramos de tener shows. La pandemia ya parece algo del pasado y creo que la música ha ayudado a mantener cierta paz de mente.

Blondie nació en un ambiente único, la Nueva York de los 70, con el CBGB como punto neurálgico. ¿Es algo irrepetible?
—Hay muy buena música haciéndose en el mundo ahora, pero es cierto que la Nueva York de los 70 fue algo especial y diferente. Éramos un puñado de bandas buscando algo radical y en el dueño del CBGB quería que tocáramos cosas originales, algo muy difícil hoy en día. En cualquier caso se sigue haciendo buena música y aunque el rock and roll no es tan popular, sigue habiendo bandas que lo mantienen vivo. De hecho, España es un muy buen lugar para el rock.

¿Qué tiene Blondie que hace que siga siendo tan popular?
—Hicimos lo que queríamos. Cogimos lo que había y nos gustaba y lo hicimos avanzar. Era una mezcla de músicas de varios tipos, y hoy en día mucha gente sigue escuchándonos y creo que somos muy afortunados de formar parte de algo así.

Parece que el inicio de Blondie fue un cúmulo de casualidades, ¿ha pensado qué hubiera sido de usted si no hubiera estado en el lugar y el momento adecuados?
—Sé seguro que seguiría siendo músico. De todas formas, no creo que fuera por estar en el lugar adecuado, sino que fue un esfuerzo colectivo. Toda la música de su momento fue elevada por Blondie y otras bandas. Llevó tiempo, claro, y salió bien, de lo cual me alegro, pero hubiéramos tenido éxito de un modo u otro.

Tras tantos años de carrera, ¿cómo ve la música hoy en día?
—Es diversión, pasarlo genial. Cuando tocas con gente que te gusta no puedes pedir más.