Los activistas saltaron el cordón que protegía la obra y arrojaron sacos de harina hasta cubrir por totalidad el coche customizado por Warhol, mientras gritaban consignas como «hace falta ocuparse de esto» y «es una cuestión de bien común», según puede apreciarse en un vídeo publicado por el diario especializado en arte Artribune. «No habrá más comida ni agua, hay un colapso ecológico en marcha», fue otro de los mensajes que gritaron los activistas antes de ser reducidos por agentes de seguridad.
Los responsables del ataque forman parte del colectivo Ultima Generazione, la división italiana de Extintction Rebellion, un grupo internacional que promueve la desobedencia civil para llamar la atención sobre la crisis climática. Minutos antes de la protesta, una de sus integrantes publicó un vídeo en redes sociales para explicar los motivos de la actuación: «Tengo miedo y siento el imperativo moral de hacer algo. Hay un colapso ecológico y climático en marcha, nuestros gobiernos no lo han afrontado en los últimos 30 años y ya no sé qué hacer para llamar la atención sobre lo que será un desastre para toda la sociedad».
Dos semanas antes, otros miembros del mismo colectivo lanzaron puré de verduras sobre «El sembrador», obra pintada por Vincent Van Gogh en 1888 y que se exponía en una muestra dedicada al genio holandés en el Palacio Bonaparte de Roma.
La ola de ataques contra obras de arte para llamar la atención sobre la crisis climática no es exclusiva de Italia. Hace unas semanas detuvieron a tres personas en Países Bajos que arrojaron salsa de tomate cerca de la conocida pintura «la Joven de la Perla», del artista Johannes Vermeer, en el museo Mauritshuis, en La Haya. Unos días antes, dos personas lanzaron puré de patatas contra un cuadro de Claude Monet expuesto en el Museo Barberini de Potsdam, cerca de Berlín, y en las mismas fechas dos activistas se pegaron a los marcos de «Las Majas» de Goya en el Museo del Prado de Madrid. La primera acción de este tipo tuvo lugar en octubre, cuando miembros de «Just Stop Oil» vertieron sopa de tomate sobre el cuadro «Girasoles» de Van Gogh en el Museo de la Galería Nacional de Londres.
4 comentarios
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y no podian empezar esta performance con la basura que hace la abramovich? ah, no, claro... a esa la ponen de moda los grupos de influencia
No son activistas" son gamberros.
... no deberían jugar con la comida, cuando tanta gente pasa hambre en el mundo, ver cómo tiran harina es un insulto
Esto se está desmadrando y creando escuela y al parecer nadie quiere ponerle freno; típico comportamiento de las melifluas y siempre acomplejadas autoridades europeas, tan permisivas y comprensivas con los delincuentes. Cualquier día habrá una desgracia gorda y ya será tarde.