Sergio Baos entremezcla lo aventurero, lo místico y lo familiar en ‘Les maleïdes’

A diferencia de otros proyectos, Baos no dirige, sino que lo hace Marga López quien comanda a Lorena Faus, Alicia Garau, Àlvar Triay Sales y Teresa Urroz. Esta circunstancia es para el autor una suerte de liberación y le permite «estar en una situación muy agradable de ver cómo los demás aprecian el texto y se pelean con él», reconoce.

Aventura

En Les maleïdes, Baos habla de «tres mujeres de la misma familia que están separadas por circunstancias de la vida. Son abuela, hija y nieta y se encuentran en la aventura del reencontrarse». Y, de hecho, «subrayo aventura», aunque esta es la trama principal que viene complementada por las particulares de cada una de ellas. «Hay varios temas como la familia, el edadismo, la soledad», no obstante, recalca Baos que es «un relato de ficción, sin intento de hacer una obra social, sino que reivindico el relato por el relato, el contar una historia y ya».

La principal batalla a la hora de escribir, reconoce el mallorquín, fue «encajar todas las tramas sin dar más protagonismo a ninguna de ellas en concreto», algo que le resultó muy «laborioso», y aunque ha habido muchos cambios desde la idea original, que fue apoyada por el Institut d’Estudis Baleàrics, «se parece mucho a lo que quería». Además, se le suma una música original, a cargo de Sara Mingolla, que «es chula y compleja» y acompaña a la perfección el estilo cinematográfico con el que fue concebida originariamente con «mucho de western».

Así pues, Baos utiliza sus referencias aventureras y místicas o religiosas para tratar temas que le interesan como «el del milagro», a pesar de no considerarse especialmente religioso, pero todo ello filtrado por el humor: «No es una comedia, sino una tragicomedia. Es el humor lo que es capaz de combinar la parte aventurera con la mística, es la piedra angular». Esta parte humorística, de hecho, está bien meditada, ya que «te permite respirar y luego el drama es capaz de llegar con más fuerza», detalla.

Por último, el autor también valoró el buen momento de las producciones locales, con el éxito de muchas de ellas y el poder estrenar obras en el Teatre Principal de Palma o también fuera de la Isla. «Era algo impensable hace tan solo unos pocos años», dice.