En otra zona del mundo un conflicto bélico pone en vilo a la población como ocurre en Ucrania y otros lugares. A miles de kilómetros de distancia, una voz y un piano, la de Lorena Bonnín y el de Magí Garcías, suenan juntas dirigidas por Miquel Àngel Aguiló como respuesta pacífica y con el objetivo de concienciar. Se trata de Vol_art 4, el proyecto de Aguiló que mañana, a partir de las 21.00 horas, tomará el Castell de Bellver en esa hora mágica en la que el sol se esconde para que luz y música se unan como prueba de irrefutable de que siempre hay espacio para la paz.
El Castell de Bellver será, además, un lugar de excepción como viene siendo desde hace un tiempo para citas musicales como estas. Se trata de un lugar que «tiene una acústica genial» y que tiene un «componente mágico», como destacó ayer en la presentación del concierto el propio Aguiló, compositor de las piezas. El mallorquín estuvo acompañado de los dos solistas, la cantante Lorena Bonnín y Magí Garcías, además de Andrés López, responsable de todo el apartado visual del concierto.
Este último, de hecho, fue quien dio algunos detalles de lo que será estéticamente la velada: «Hay tres atmósferas muy diferentes y vamos a intentar que se adecúe a cada momento», desde el canto a la belleza con el que arrancará la noche hasta el concierto de piano y la oposición a la guerra. Se da la circunstancia de que el concierto comenzará muy cercano a la puesta de sol, por lo que la iluminación artificial irá ganando peso a la natural de manera gradual, logrando así un efecto «de sensación de paso del tiempo».
Los solistas, por su parte, se mostraron con muchas ganas de poder actuar en Bellver. En el caso de Bonnín, será la primera vez que lo hace cantando. «Será una sensación diferente porque tendré que proyectar la voz», al tratarse además de un formato acústico, «pero si el lugar ayuda, además de ser un sitio tan bonito, puede ser muy inspirador», reconoce.
Garcías, que será el encargado de tocar el piano, sí se estrena como pianista en este enclave, aunque «sí he escuchado conciertos aquí y sé que suena muy bien» y remató afirmando que «deberían hacerse más actuaciones» para aprovechar al máximo el espacio.
En el caso Garcías, además, es la primera vez que trabaja con Aguiló. No ocurre lo mismo con Bonnín, quien «ya conocía su estilo», aunque reconoce que «estaba acostumbrada a tocar obras de otras épocas, pero esta es nueva, no se ha escuchado, y has de presentarla y dar una imagen de ella al público, lo que ha sido bastante interesante» como proceso.
Frases
Toda la parte musical, además, va acompañada de frases de autores importantes que se intercalan con las composiciones, con el objetivo de introducir los mensajes que pretenden concienciar ante la guerra y en favor de la paz. De hecho, la palabra paz en latín (pacem) es la que tiene el protagonismo principal hacia el final del concierto. «Son frases cortas, pero las vives de manera diferente y el mensaje te llega más», señala Aguiló.
Finalmente, Garcías también destacó que «el piano no tiene un protagonismo a nivel de virtuosismo ni pretende poner de relieve la destreza del solista, sino que tiene una estética general de plegaria». El resultado es «una música superbella, que no es la típica, en la que el piano no tiene momentos extrovertidos, sino pacíficos, que es la idea del concierto», destacó Garcías.
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