El compositor de música para cine mallorquín Adrià Acker. | COMOYULI

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El trabajo del compositor de música para cine es de esos en los que la vocación y la pasión hacen mucho. Sus nombres no suelen de los primeros que salen en los créditos de las películas y, además, su labor consiste en apoyar a la imagen, pero sin hacerse notar demasiado. Por eso te tiene que gustar mucho y a Adrià Acker, lo que hace, le encanta. El mallorquín suma proyectos y proyectos en los últimos meses y, de hecho, participa hoy en el Festival de Sitges en la Sección Brigadoon con Malditas, de Carlos Marbán y con los actores Nacho Guerreros y Vanesa Romero en su reparto.

No obstante, Malditas es solo el más reciente de sus proyectos, ya que cuenta también con Dolor impune, documental dirigido por Gabriel Chicano y que es candidato a los Premios Goya 2024. Se trata de un filme sobre el bullying que le «conmovió bastante» y en el que ha debido meterse «en la piel no de personajes, sino de personas reales en las que hay mucho sufrimiento».

'Dolor impune¡ es candidata a los Goya 2024.

Por ello, sabiendo mantener la distancia entre lo que pide el proyecto y lo que él mismo pueda sentir, Acker ha «acompañado desde la composición a la historia para hacer que se entienda mejor, para que vibre y no al contrario, porque no es la historia la que se adapta a la música, es al revés», aclara.

Suspense

Así pues, a través de una filosofía de trabajo que se basa en que la «música se apoye en la imagen, en los gestos, en las miradas» de los personajes, es como se logran mejores resultados, como los que también ha podido obtener para el proyecto Voyager, cortometraje de Pablo Pagán que es, en palabras del propio Acker, un «thriller neo-noir muy oscuro, con mucho suspense», por lo que muy, muy diferente a los otros títulos. «He tenido que experimentar mucho, jugar con las atmósferas para hacer una música que fuera como la niebla, que te hiciera entrar en un terreno pantanoso, sucio, desagradable». O dicho de otra manera: «Me lo he pasado pipa», confiesa Acker. De hecho, según explica, para este corto tenía «hasta 150 instrumentos» (digitales) y, específicamente, un viejo piano (de los de toda la vida) «un poco reventado que va genial para proyectos de terror al que he reventado todavía más, pero quedó muy chulo». La idea es, como resume él mismo, «pasarlo bien».

'Voyager' ha sido presentado en Los Ángeles en el Screamfest y busca convertirse en largometraje.

Voyager está ahora en desarrollo para convertirse en un largometraje y, de hecho, acaba de ser presentado en el Screamfest de Los Ángeles, en Estados Unidos, donde se ha podido ver en el mítico Teatro Chino de Los Ángeles, en pleno Hollywood, lugar donde se celebraban los Premios Oscar.
El mallorquín no acaba ahí su lista de trabajos, sino que ya tiene varios compromisos de cara al año próximo y, también, un proyecto isleño como es La atalaya, del cineasta balear Jeroni Obrador, un «proyecto muy chulo que juega con nuevas tecnologías y mezcla teatro con cine», avanza.

De esta manera, el isleño ya se está haciendo un hueco importante dentro de la industria cinematográfica, algo que compagina con su estudio en Madrid donde graba a artistas diferentes, pero en cualquier caso siempre relacionado con lo que para él no deja de ser una pasión: la música. Algo que arrancó de niño con un piano y que, tras pasar por la Royal School de Londres, composición clásica en Leeds y un máster en Madrid, no deja de ser una afición disfrazada de trabajo con la que ‘dar la nota'.