El editor de Dolmen, Vicente García, posa con el primer libro publicado de Tsubaki Cómics, 'Happy birthday'. | Pere Bota

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Con la crisis de 2008, Dolmen, la editorial encabezada por Vicente García que el año que viene, dicho sea de paso, cumplirá 30 años, tuvo que paralizar su línea dedicada al manga. En aquel entonces, llevaban publicados alrededor de 25 títulos en cuestión de un año y medio. «Lo curioso es que hay algunos que se siguen vendiendo todavía hoy, como Los carruajes de Bradherley o Satsuma Gishiden», recuerda el también autor.

Ahora, con cuatro líneas que funcionan con éxito –la juvenil, la de clásicos de tiras de prensa norteamericana, clásico francés e inglés–, Dolmen quiere explorar de nuevo el género japonés, que ofrece un «material ilimitado», puesto que su producción no deja de crecer.

Este nuevo sello lleva por nombre Tsubaki Cómics y estará centrada concretamente en el boys love o yaoi, es decir, en las historias de amor protagonizadas por chicos homosexuales y cuyo target son las chicas adolescentes.

Experiencia

Así, mientras que en la experiencia anterior con el manga querían abarcar todas las historietas posibles, «éramos demasiado heterogéneos», reconoce García, ahora han decidido concentrarse en este tipo de relatos relativamente nuevo, pero que ya cuenta con mucha proyección. Además, en este caso está la figura de una directora y coordinadora del sello, cargo que ocupa la valenciana Iria Ros.

El primer título de Tsubaki es Happy Birthday, una buena opción para quien no haya leído todavía ningún libro de este género, pues «es una historia de conversaciones entre amigos».

«Está siendo todo un éxito, con más de 2.000 ejemplares implantados en toda España», celebra García. «Lo presentamos en el Salón del Manga de Barcelona, que se celebra del 7 al 10 de diciembre. Es uno de los más importantes de España e incluso de Europa por el alto nivel de asistencia y la repercusión que tiene en las ventas», celebra. Además, también presentarán La Agencia de Detectives y sus Mascotas, de Noji, y la primera entrega de A 5 minutos andando del final, de Nozo Toi.

Historias

El primero es una mezcla de «una historia procedimental, mascotas y protagonistas absurdos» cuyo resultado es un argumento «frenético, divertido» y lleno de «secundarios dispuestos a lidiar no solo con los protagonistas y sus mascotas, sino también con las situaciones más rocambolescas».

Por su parte, A 5 minutos andando del final, parte de una premisa un tanto «siniestra». «En un albergue que queda solo a cinco minutos andando de un punto famoso por ser usado para que la gente termine con su vida», reza la sinopsis de este «primer tomo romanesco de las tragedias y comedias».

Asimismo, al Salón del Manga también llevarán sus colecciones Aprende a dibujar manga, la de Oriente, con títulos dedicados a Miyazaki, los estudios Toei Doga, la música K-Pop o el cine coreano, y los títulos de Enrique V. Vegas, con un estilo que recuerda al SuperDeformed (los famosos cabezones), característico del cómic japonés.