Unos nervios que también se deben, admite, a que no está acostumbrada a competir. «Estoy más familiarizada con presentar mis textos a convocatorias abiertas, sobre todo el Teatre de Barra, pues en Mallorca, lamentablemente, no hay más posibilidades para hacerlo. En todo caso, presentas una obra bajo pseudónimo y no rindes cuenta a nadie, pero en el Torneig te invitan y tienes que acatar una serie de normas. Y unos actores, que en mi caso no conocía, ponen cara y movimiento a tu texto», razona.
Mundo
Así las cosas, Arrom, que es graduada social, se siente una intrusa en este mundo. De hecho, fue a raíz de asistir a las diferentes sesiones de Teatre de Barra que se decidió a escribir. Precisamente participará en la próxima edición, dedicada a mitos, leyendas y rondalles, que arrancará el 15 de febrero. Lo hará con Sísif, basada en la célebre historia de un hombre castigado por los dioses que tiene que subir a la cima de una imponente montaña un peñasco gigante, pero este se le cae continuamente y tiene que repetir el proceso indefinidamente. La obra, señala, habla del peso de la rutina en nuestras vida, pero desde una perspectiva cómica; elementos que tiene en común con Sa planta i es forat.
En esta última, uno de los protagonistas ha llegado a la mediana edad sin saber cómo, pues «se ha dejado arrastrar por la vida, como si fuera en piloto automático». «Hay un momento en que lo dice: no le gusta donde está, pero tampoco sabe hacia dónde quiere ir». «Es como si te despertaras con 40 años de repente, como si te hubieran lanzado mientras dormías con una colchoneta en medio del mar y pensaras que estás en la orilla y no, te encuentras en medio del mar», cuenta.
Por otra parte, otros dos personajes son unos vecinos que tienen problemas de comunicación, ya que cada uno piensa del otro una cosa que no es. «Es una comedia sencilla, de enredo, pero funcionó bien, la gente se rio mucho. A veces, las ganas de reírse son inversamente proporcionales a lo bien que va el mundo, es decir, cuanto peor va, más queremos reírnos. Como consumidora de diferentes tipos de teatro, noto que cuando no se trata de una comedia, a la mínima oportunidad la gente se ríe y, si no encuentra una comedia, se va deshinchando», explica.
Comedia
El siguiente paso será participar en el Festival Temporada Alta de Girona, una cita que tendrá lugar a finales de este año y para la que Arrom deberá preparar un nuevo texto. Pau Coya, finalista del torneo catalán tras ganar el balear con Pols de diamant, «me comentó que su texto no acabó e funcionar en Girona porque allí prefieren comedias, y eso que yo pensaba que eran más serios», cuenta Arrom.
«Tengo el complejo de que la gente considera que quienes escriben o interpretan comedia son de segunda. En todo caso, es cierto que hay muchos tipos de comedia y a mí no me interesa la más básica y a veces grosera. He crecido con Friends, Modern family o Big bang theory, series a las que tanta gente guarda cariño por su tipo de humor», añade.
En este sentido, la autora remarca que el principal reto que supuso Sa planta i es forat respecto a los actores –cuya final interpretaron Clàudia Benito y Lluís Febrer– es que marcaran la personalidad de cada personaje, pues las reglas establecían que habría solo dos actores y, en la propuesta de Arrom, había cuatro protagonistas. Asimismo, y como según ella sucede en toda comedia, era imprescindible el ritmo. «La pausa después de un gag es importantísima, porque es precisamente cuando callas que la gente cae en la broma o la ironía. Si vas demasiado rápido todo eso se pierde. Un segundo puede salvar o echar a perder una comedia», afirma.
El apunte
Miquel Mas Fiol y Sergio Baos, en el Temporada Alta Iberoamérica 2024
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