Marga Arrom ganó el domingo el Torneig de Dramatúrgia, presentado por Diego Ingold. | Francisco Ubilla

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Reconoce Marga Arrom (Palma, 1982), ganadora del décimo Torneig de Dramatúrgia por Sa planta i es forat, que en la semifinal estaba «muy nerviosa» antes de la lectura y durante la votación del público, pero luego la tarde transcurrió de forma más relajada. Sin embargo, en la gran final celebrada este domingo en el Teatre Mar i Terra de Palma, estuvo intranquila todo el tiempo y le costó conciliar el sueño. «Ha sido una semana intensa, con muchos eventos prácticamente solapados en un Sant Sebastià que se diversificaba en tres días, con la Revetla pasada por agua, el éxito del tardeo y la entrega de los Premis Ciutat de Palma y ayer el concierto de Hombres G en Son Fusteret.

Unos nervios que también se deben, admite, a que no está acostumbrada a competir. «Estoy más familiarizada con presentar mis textos a convocatorias abiertas, sobre todo el Teatre de Barra, pues en Mallorca, lamentablemente, no hay más posibilidades para hacerlo. En todo caso, presentas una obra bajo pseudónimo y no rindes cuenta a nadie, pero en el Torneig te invitan y tienes que acatar una serie de normas. Y unos actores, que en mi caso no conocía, ponen cara y movimiento a tu texto», razona.

Mundo

Así las cosas, Arrom, que es graduada social, se siente una intrusa en este mundo. De hecho, fue a raíz de asistir a las diferentes sesiones de Teatre de Barra que se decidió a escribir. Precisamente participará en la próxima edición, dedicada a mitos, leyendas y rondalles, que arrancará el 15 de febrero. Lo hará con Sísif, basada en la célebre historia de un hombre castigado por los dioses que tiene que subir a la cima de una imponente montaña un peñasco gigante, pero este se le cae continuamente y tiene que repetir el proceso indefinidamente. La obra, señala, habla del peso de la rutina en nuestras vida, pero desde una perspectiva cómica; elementos que tiene en común con Sa planta i es forat.

En esta última, uno de los protagonistas ha llegado a la mediana edad sin saber cómo, pues «se ha dejado arrastrar por la vida, como si fuera en piloto automático». «Hay un momento en que lo dice: no le gusta donde está, pero tampoco sabe hacia dónde quiere ir». «Es como si te despertaras con 40 años de repente, como si te hubieran lanzado mientras dormías con una colchoneta en medio del mar y pensaras que estás en la orilla y no, te encuentras en medio del mar», cuenta.

Por otra parte, otros dos personajes son unos vecinos que tienen problemas de comunicación, ya que cada uno piensa del otro una cosa que no es. «Es una comedia sencilla, de enredo, pero funcionó bien, la gente se rio mucho. A veces, las ganas de reírse son inversamente proporcionales a lo bien que va el mundo, es decir, cuanto peor va, más queremos reírnos. Como consumidora de diferentes tipos de teatro, noto que cuando no se trata de una comedia, a la mínima oportunidad la gente se ríe y, si no encuentra una comedia, se va deshinchando», explica.

Comedia

El siguiente paso será participar en el Festival Temporada Alta de Girona, una cita que tendrá lugar a finales de este año y para la que Arrom deberá preparar un nuevo texto. Pau Coya, finalista del torneo catalán tras ganar el balear con Pols de diamant, «me comentó que su texto no acabó e funcionar en Girona porque allí prefieren comedias, y eso que yo pensaba que eran más serios», cuenta Arrom.

«Tengo el complejo de que la gente considera que quienes escriben o interpretan comedia son de segunda. En todo caso, es cierto que hay muchos tipos de comedia y a mí no me interesa la más básica y a veces grosera. He crecido con Friends, Modern family o Big bang theory, series a las que tanta gente guarda cariño por su tipo de humor», añade.

En este sentido, la autora remarca que el principal reto que supuso Sa planta i es forat respecto a los actores –cuya final interpretaron Clàudia Benito y Lluís Febrer– es que marcaran la personalidad de cada personaje, pues las reglas establecían que habría solo dos actores y, en la propuesta de Arrom, había cuatro protagonistas. Asimismo, y como según ella sucede en toda comedia, era imprescindible el ritmo. «La pausa después de un gag es importantísima, porque es precisamente cuando callas que la gente cae en la broma o la ironía. Si vas demasiado rápido todo eso se pierde. Un segundo puede salvar o echar a perder una comedia», afirma.

El apunte

Miquel Mas Fiol y Sergio Baos, en el Temporada Alta Iberoamérica 2024

Los mallorquines Miquel Mas Fiol y Sergio Baos participarán en Temporada Alta Iberoamérica, que exportará, a partir del 30 de enero, tres espectáculos a Argentina, Uruguay y Perú.

Mel Salvatierra llevará Las penas del joven Werther, escrito y dirigido por Mas Fiol, los días 8 y 9 de febrero en Buenos Aires, 11 y 12 de febrero en Montevideo y el 16 de febrero a Lima.
Por otra parte, Baos viajará a Buenos Aires con el Torneo de Dramaturgia Transatlántico, como finalista de la última edición del Torneig de Dramatúrgia Catalana.