Elegantemente vestida con un traje de chaqueta verde botella, con un llamativo broche en la solapa y camisa blanca, optó por unos zapatos totalmente planos, a pesar de lo cual sobresalía al posar para las fotos entre el presidente de la Academia, Fernando Méndez Leite, y el alcalde de la ciudad, Jesús Julio Carnero, desde sus 183 centímetros de altura.
Weaver estuvo simpática y relajada, y repitió en varias ocasiones que España le gusta mucho. Solo cambió ligeramente el gesto cuando respondía a preguntas sobre abusos sexuales. Lamentó enterarse por un periodista de que se haya conocido recientemente un caso de abusos por parte de un director de cine español.
«Mi corazón y mi solidaridad está con estas mujeres, con las que se atreven a hablar de estas situaciones, denunciar abusos contribuye a que todas las mujeres nos sintamos más seguras», ha apuntado la actriz. «Sabíamos que el #MeToo no iba cambiar las cosas del día a la noche y que es un problema que se da en todas las áreas. Pero cada vez hay más luz en estos casos, se ha marcado una diferencia», ha sostenido.
La actriz no ha rehuido ninguna pregunta, incluida su pésima opinión sobre la política de «extrema derecha, y de derecha», ha precisado. Y ha subrayado «el empoderamiento de las mujeres y la importancia de no dar las cosas por sentadas: de cómo se sienten las mujeres ni de su poder para decir no».
En las pocas horas que permanecerá en tierra española recogerá el Goya Internacional de la 38 edición de estos galardones, un reconocimiento por el que se siente «profundamente honrada» porque tiene «una gran reverencia por la historia del cine español y mexicano».
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.