El Consell de Mallorca está programando el hundimientode una réplica del barco romano de Ses Fontanelles para volver a reflotarlo en un futuro simulacro que servirá para poder tener todas las variables posibles controladas de cara a la futura extracción del pecio que ocurrirá entre finales de este año y comienzos del año próximo. Según ha podido saber este diario, a comienzos de abril se llevará a cabo un gran operativo que incluirá a la Guardia Civil con el objetivo de llevar a cabo operaciones de limpieza en la zona que rodea este hallazgo arqueológico y poder así efectuar de manera exitosa el simulacro y la futura extracción.
La conselleria de Cultura, liderada por Antònia Roca, lleva meses trabajando y manteniendo conversaciones con Ports y el Ajuntament de Palma para tener todo listo de cara a las futuras intervenciones. En este sentido, ayer se informó desde Urbanisme del Ajuntament de Palma de que el Castillo de San Carlos ha avanzado en los permisos para la construcción de un estanque desalinizador de grandes dimensiones al cual será trasladado por mar para sumergirlo allí durante un período de tiempo no inferior al año y medio para luego decidir dónde exponerlo finalmente.
Por otro lado, se han concretado recientemente con Ports las fechas exactas en las que se llevarán a cabo las operaciones destinadas a la limpieza y al simulacro de hundimiento y extracción de la réplica. Las primeras serán a comienzos del mes de abril, por lo que son inminentes, y el simulacro en sí se llevará a cabo en las semanas próximas.
El objetivo final es poder comprobar de antemano todas las dificultades que pueden hallarse en el momento de la extracción real del barco y estar preparados para las mismas. Por esta razón, se hundirá un barco de dimensiones similares a las del pecio (12 metros de eslora y 6 de manga) para luego poder extraerlo de nuevo a la superficie. Si en dicha acción todo sale bien y los resultados son satisfactorios, el deseo es poder llevar a cabo entonces la extracción del barco romano de cara a finales de este mismo año si todo acompaña (plazos, meteorología, etcétera).
Cabe destacar que el barco de Ses Fontanelles es un caso excepcional que ha atraído la atención de investigadores y arqueólogos de todo el mundo por las características mismas del navío y su carga, que incluía unas 300 ánforas, muchas de ellas con tapas y todavía selladas, y con inscripciones únicas que han sido ya objeto de estudios de muy diversa índole durante meses.
El barco goza de un estado óptimo de conservación, con la madera en buen estado. Se trata de una nave hundida entre los siglos III y IV d.C., que incluía las ánforas mencionadas que servían de transporte de salsas, aceites, vino y mosto fermentado para conservación de fruta. Estas ánforas, además, presentan inscripciones pintadas convirtiéndose en la mayor colección del país y una de las más importantes del mundo romano halladas hasta la fecha. A su vez, también se localizaron a bordo un taladro de arco, el primero encontrado en España, y dos zapatos, así como cordaje y restos orgánicos de diferente naturaleza. Por último, también se ha determinado su procedencia, Cartagena.
Cualquier "museo", lo que necesita entre otras cosas, es el poder disponer de espacio suficiente para poder exponer las piezas más significativas y mejor conservadas de las que conservan sus almacenes. Lo vemos, por ejemplo, lo que sucedió en Ibiza, antiguamente sólo tenían el edificio de Dalt Vila, junto a la Catedral. Posteriormente se construyó uno en el Puig des Molins que, pese a estar muy bien pensado, ya resulta pequeño por la enorme cantidad de material que tienen en los almacenes y en el laboratorio de recuperación.
También es cierto que se necesita de personal muy cualificado para poder catalogar y decidir que piezas serán expuestas. No es tarea fácil, creo yo.
Hay países que con menos han hecho un museo. Si la pieza es realmente única y espectacular, me pregunto si no sería una maravilla poderlo ver expuesto en el Museo Marítimo de Mallorca. Pero, claro, dónde está el Museo Marítimo de Mallorca?. Pues NO ESTÁ. Lo que hubo en Ses Voltes difícilmente se podía llamar Museo Marítimo y, encima, está cerrado; algo que no debería haber ocurrido ya que nunca debería haberse abierto. Hagamos ya un Museo como se merece nuestra sociedad antes de que se pierdan definitivamente mas piezas museísticas y, sobre todo, hay que poder el frente del Museo a alguien capaz de lanzarlo a nivel internacional, capaz de darle la vida necesaria para sentirlo nuestro.
5 comentarios
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Esper que quedi a un museu d' aquí i no s' el amportin a Madrid.
Cualquier "museo", lo que necesita entre otras cosas, es el poder disponer de espacio suficiente para poder exponer las piezas más significativas y mejor conservadas de las que conservan sus almacenes. Lo vemos, por ejemplo, lo que sucedió en Ibiza, antiguamente sólo tenían el edificio de Dalt Vila, junto a la Catedral. Posteriormente se construyó uno en el Puig des Molins que, pese a estar muy bien pensado, ya resulta pequeño por la enorme cantidad de material que tienen en los almacenes y en el laboratorio de recuperación. También es cierto que se necesita de personal muy cualificado para poder catalogar y decidir que piezas serán expuestas. No es tarea fácil, creo yo.
Tomeu de PalmaMuseo marítimo en la vieja electricidad de Gesa en Aucanada,
Por que no lo exponen allí donde está? Visitas de snorkeling! más interesante que luego ver una cuerpo de madera en alguna sala.
Hay países que con menos han hecho un museo. Si la pieza es realmente única y espectacular, me pregunto si no sería una maravilla poderlo ver expuesto en el Museo Marítimo de Mallorca. Pero, claro, dónde está el Museo Marítimo de Mallorca?. Pues NO ESTÁ. Lo que hubo en Ses Voltes difícilmente se podía llamar Museo Marítimo y, encima, está cerrado; algo que no debería haber ocurrido ya que nunca debería haberse abierto. Hagamos ya un Museo como se merece nuestra sociedad antes de que se pierdan definitivamente mas piezas museísticas y, sobre todo, hay que poder el frente del Museo a alguien capaz de lanzarlo a nivel internacional, capaz de darle la vida necesaria para sentirlo nuestro.