Guillem Deyà e Irene Sala están detrás de este documental que indaga en la vida y la obra de este excepcional ceramista.

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Una pieza audiovisual que recorre la historia de uno de los ceramistas contemporáneos más importantes y que bebe de la influencia de grandes maestros como Llorenç Artigas y Antoni Cumellas. Hablamos, por supuesto, de Lluís Castaldo (Sóller, 1936), protagonista del documental Les formes infinites. Lluís Castaldo, essència i existència d’un ceramista, que se estrena este jueves, a las 20.00 horas, en la Fundació Pilar i Joan Miró a Mallorca (Saridakis, 29). La cinta traza una frontera entre la vida y obra del creador solleric, una prolífica trayectoria que ha contado con el apoyo y la amistad de reconocidos artistas como Joan Miró, Camilo José Cela, Blai Bonet o Baltasar Porcel.

Presentado y guionizado por la periodista Irene Sala, dirigido por Guillem Deyà, y con música original del reconocido compositor Joan Valent, el filme está producido por Espiral, en colaboración con IB3 Televisió, y ha contado también con el apoyo del Consell de Mallorca. El resultado es un documental que no solo pretende hacer justicia al artista de Sóller, esta película supone «una mirada personal al recorrido artístico y vital» de Castaldo, «un viaje honesto y personal, pero sin estridencias ni personalismos en la historia del ceramista», ahondan sus artífices.

Justicia

Al mismo tiempo, Les formes infinites. Lluís Castaldo, essència i existència d’un ceramista es también un homenaje al oficio de ceramista, tal y como explica el propio Castaldo en el documental: «La cerámica es el primer testigo, el primer hecho que marcó profundamente la vida y los sentimientos de todos los pueblos que la han practicado en todas las culturas». «El verdadero ceramista se siente ligado más que cualquier otro artista a sus propios orígenes como hombre, de ahí la magia y la mística de este oficio», sostiene el creador.

De hecho, el propio Castaldo es una de las voces más destacadas del documental. Gracias a las horas que el equipo pasó con él fue posible captar los hitos más importantes de su carrera, y también los anécdotas; todo lo que le ha convertido en quién es: su familia y también sus amigos. Así, participan en el filme personalidades como Joan Pere Català, su principal ‘heredero’; su esposa e hija, Bel Suau y Blanca Castaldo, que son «piezas clave» de la cinta.

Tampoco faltan Joanet y Mariette Artigas, Antoni Cumella, Camilo José Cela Conde, Mabel Dodero, José María Sicilia; Jaume Coll –director del Museo Nacional de Cerámica–, o el director de la Revista Cerámica, Antonio Vivas, así como el director del Museu Casal de Cultura de Sóller, Pep Ensenyat; el crítico de arte Pep Bauzá i Pizá; el historiador Toni Quetglas; el escritor Guillem Frontera o la ceramista y amiga Maria Àngels Domingo, entre muchas otras personalidades.

Los lazos con la tierra que le vio nacer, Sóller, son clave en este documental sobre Castaldo. La juventud del ceramista estuvo ligada a uno de los momentos de máximo esplendor cultural y artístico en Mallorca. En 1949 empezó trabajando en el casino la Unió de Sóller, al que eran asiduos personajes tan destacados como los pintores Luis Castellanos, Josep Ventosa, Josep Puigdendolas, Celià o Juli Ramis, entre muchos otros. El contacto con este mundo hizo que despertara en Castaldo la pasión por el arte.

Sóller

Además, fue miembro fundador del Casal de Cultura durante la posguerra y ha vinculado toda su carrera a este lugar, la Vall de Sóller, donde tiene un taller desde donde hace brotar su creatividad, un lugar en el que se relaciona con el mundo de el arte. Por su casa, una de las más modernas de ese tiempo en Sóller y obra del arquitecto Sebastià Gamundí, se aprecian numerosos referentes culturales que han compartido con su familia días y veladas, poniendo en común temas artísticos y otros más mundanos.

Por eso, entrar en el mundo Lluís Castaldo es entrar en las entrañas del mundo cultural de las Islas. Como explican los propios Guillem Deyà e Irene Sala: «A través de este proyecto abrimos una ventana al espíritu del artista para entender y compartir su proceso creativo, donde sólo el fuego y el horno aportan el azar que Castaldo estudia y recorre mediante un trabajo metódico y muy disciplinado».