Una de las novedades de la actual edición del Atlàntida Mallorca Film Fest es la proyección de Occupied City, del director Steve McQueen (Londres, Reino Unido, 1969), ganador del premio Turner por su actividad artístico y del Oscar, a cargo del largometraje 12 años de esclavitud (2014). El documental, de más de cuatro horas de duración y que pudo verse el pasado viernes en Es Baluard de Palma, se basa en el libro Atlas of an Occupied City, Ámsterdam 1940 - 1945, de Bianca Stigter (Ámsterdam, Países Bajos, 1964).
En total, la película recorre más de un centenar de lugares de Ámsterdam. Una voz en off relata lo que sucedió en ese sitio durante la ocupación nazi y episodios de la persecución al pueblo judío. «Me parecía muy interesante observar lo que había, ahora, en las casas en las que sucedieron cosas dramáticas, era una forma de llegar a los fantasmas del pasado», explicó Stigter, quien advirtió que «ojalá fuera un trabajo enciclopédico, pero no lo es porque la historia es tan grande y siempre quedan cosas fuera, sin contar». La directora, productora y esposa de McQueen expuso que «el libro habla de algo muy concreto, las calles de Ámsterdam, pero hay una conexión con cualquier otra ciudad, y podría tratarse de París, Madrid, Barcelona o Palma».
McQueen aseguró que «esta película refleja quiénes somos y de dónde venimos, y cómo podemos cambiar, siempre desde el punto de vista actual», y matizó que «para poder sobrevivir o asumir la historia de una forma correcta, hay que saber lo que ha sucedido antes y la peor de las situaciones es ser un ignorante y pensar que lo único importante es tu propia existencia».
El realizador asumió que «para avanzar, hay que conocer, saber para no repetir y aprender del pasado». Del aumento de la extrema derecha en la política europea y, en concreto, holandesa, dijo que «el momento en el que se estrena esta película no podía ser mejor, es perfecto para reflejar donde estamos y recordar lo que sucedió en el pasado». McQueen aclaró que «en cierta manera, esta película es una forma de ver lo que puede llegar a pasar de nuevo, si no somos consciente de la importancia de lo que representa la situación política actual».
En ese sentido, Stigter apuntó que «tiene que haber sitio para todo el mundo en cualquier país, y hay que estar muy atentos con el fenómeno del aumento del antisemitismo», y detalló que «el holocausto es una de las mayores atrocidades ocurridas durante el siglo pasado y cada generación debe aprender lo que sucedió a su manera, con su lenguaje».
El Turner y el Oscar
McQueen confesó que «después de recibir el Premio Turner y el Oscar, sigo trabajando y haciendo lo que quiero, nunca he cambiado en ese sentido», e insistió que «me interesa poder cambiar la opinión de la gente y ser capaz de despertar inquietudes».
El libro en el que se basa la película empezó a escribirse cuando Stigter se dio cuenta de que las escuelas en las que sus hijos estudiaban, en Ámsterdam, escondían historias vinculadas a la ocupación alemana. «Estudiaban en un edificio que había sido un centro para judíos y en otro que había sido una sede policial de los nazis, con el tiempo esos edificios se convirtieron en escuelas», puntualizó la directora, quien contó que «es el tema del libro y de la película, sacar a la superficie la historia que hay detrás de esos bonitos edificios».
El próximo proyecto de McQueen es una película que acaba de rodar y que se titulará Blitz. «Está basada en el bombardeo alemán sobre Inglaterra durante la Segunda Guerra Mundial», avanzó el director, quien concluyó que «más que estar muy interesado en la política o en la historia, lo que me gusta es la vida, y una cosa lleva a la otra, la vida me lleva al conocimiento, es un camino bastante lógico».
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