Una pieza del artista Julià Panadès que se exhibe en Andratx.

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Barbara Weill creó su estudio en Andratx de la mano del prestigioso arquitecto Daniel Libeskind. Un espacio dedicado a la creación que, después de la muerte de la artista, quiere mantener vivo su legado y sus preocupaciones. Una de ellas era el cambio climático. Por ese motivo, la semana pasada se inauguró la muestra colectiva Porus, comisariada por Aina Pomar, que fue invitada por el centro para reflexionar, desde el discurso curatorial, sobre el cambio climático y de que manera afecta este a las islas. La muestra, que podrá visitarse hasta el 27 de octubre, forma parte del ciclo Art per al canvi.

La exposición agrupa a artistas insulares, tanto de Mallorca como de otras islas del Mediterráneo. En concreto, están presentes creadores de Mallorca, Chipre, Sicilia e Ibiza. De las Balears están incluidos tres artistas; Julià Panadès, cuyas obras tienen como escenario las playas de la Isla y el impacto de los residuos; la gallega residente en Mallorca Sara Regal e Irene de Andrés, cuyo trabajo reflexiona sobre los cruceros y los lugares de descanso. «Me he centrado en artistas que, por nacimiento o residencia, tienen conexión con las islas y sus problemáticas, como la masificación turística o la condición insular», señala la comisaria de la muestra. Completan la nómina de los artistas seleccionados Yorgos Petrou, Fabrizio Contarino y Nieves Guri.

Esponjas

El título Porus hace referencia a la porosidad de las fronteras entre aquello que es líquido y lo sólido, «a las fronteras porosas de las islas, son como esponjas que absorben todas las problemáticas», señala la comisaria, a la vez que aclara que la muestra tiene una dimensión social, ya que «lo privado es político y lo público es político. Sí que hay temáticas políticas en los trabajos de algunos artistas seleccionados, ya que hablan del impacto negativo que tiene el turismo, por poner un ejemplo».

Pomar ya trató el tema de la isla cuando vivía en Londres. «Es un interés que siempre ha estado ahí. Quería comprender los entornos turísticos, la idea que se tiene de la isla como paraíso, como lugar aislado. Yo lo entiendo de otra manera, como un archipiélago, algo relacional, casi una constelación», aclara.