Una nueva galería llega al centro de Palma. Se trata de Cansalas, ubicada en la calle Costa de Santa Creu, 3, y mañana, a partir de las 18.00 horas, abre sus puertas oficialmente con la inauguración de Hope, que recopila el trabajo de María Isabel Ballester en una muestra que tiene la intención de lanzar un mensaje de «amor, la ternura y la compasión» como únicas vías para la humanidad.
El espectacular espacio ha sido reconvertido un local en un lugar que cede el protagonismo a las piezas que se exhiben en él. La iluminación, colocada de manera inteligente, permite apreciar de manera detallada los trabajos de la artista argentina que lleva más de 40 años afincada en Mallorca. De hecho, Ballester explica que «la Isla es gran parte de mi vida». Nacida en argentina, su padre era el artista mallorquín Cándido Ballester, fallecido en 2022, por lo que la vena creativa viene de casa en ella.
Sobre Hope, Ballester señala que se compone de piezas de escultura de nueva creación y otras ya formadas que sirven para lanzar un mensaje «en un contexto de mucho dolor y convulsivo». En este sentido, la «esperanza es uno de los sentimientos imprescindibles».
Por su parte, la galerista, Ann Wikstrom, originaria de Suecia, explica que se ha decantado por el arte de Ballester porque «cuando lo vi por primera vez hace cinco años me enamoré de él». La escandinava, fundadora de la marca Maria Nila, un negocio que empezó en los años 70 de productos veganos para el cabello y del cual ha dado un paso atrás para centrarse en el arte. Y es que Wikstrom, además de galerista, es también artista y tiene su atelier en el propio espacio donde exhibe y vive.
Según cuenta la sueca, hace 10 años buscaba un lugar en el Mediterráneo y cuando llegó a Mallorca «dejé de buscar» pues «me enamoré con el sitio». Desde entonces ha instalado su hogar, su área de trabajo y ahora la galería que se conectan a través de un patio espectacular que une el espacio galerístico con la parte privada.
En el futuro, Wikstrom pretende abrir otras galerías en los alrededores, el entorno de la calle Sant Feliu, que cuenta con numerosas galerías ya. Preguntada sobre la sobrepoblación de espacios artísticos, Wikstrom detalla que lo ve algo positivo puesto que «mucha gente pasea por aquí para ver el arte» y asegura que ella y Cansalas van a mantener «un alto nivel» en sus propuestas expositivas.
La propia Ballester comenta que le parece «muy bueno» el proyecto de Wikstrom, a quien describe como alguien que «ama mucho Palma» y explica que lo que pretende hacer es un «trabajo muy bonito para la ciudad», con la que Ballester también vive en un idilio y, de hecho, se pueden ver piezas suyas en la vía pública como la escultura de Jafudà Cresques en la calle Ramon Llull.
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