Imagen de Edu Biurrun, en acción. | RD

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Si hay un proyecto audiovisual en la Isla es muy probable que Edu Biurrun esté en él o, por lo menos, haya podido estar en él. El director de fotografía afincado en Mallorca ha estado muy presente en la industria local desde su llegada hace ya años, cuando desembarcó en Llàgrima de sang para IB3, y desde entonces no se ha vuelto a separar del tejido isleño. Por ello, no solo es respetado y querido por los cineastas y técnicos de Mallorca, sino que también él mismo es un entusiasta de los proyectos locales en los que puede trabajar. Algunos de los más recientes son, por nombrar algunos, Nudos y Dorinico, cómo conseguir un sueño, ambos de Ricard Peitx, o Prohibido ganar Eurovisión, de Marcos Cabotà, sin olvidar Urtajo, el segundo y prometedor cortometraje de Miguel Ángel Marqués: «Si bien no podemos hablar de una industria fuerte, sí podemos sacar pecho del talento local», detalla Biurrun.

Y es que el fotógrafo comenta que «no solo tenemos buenísimos documentalistas en Baleares, donde ya existe una tradición de más de dos décadas que nos han representado estos años en los Goya», sino que a ellos se suman los cortometrajistas: «Hay tradición y mucho premio y, encima, viene una generación nueva buena y empujando», señala el cineasta.

Además, es conocedor de lo que cuesta sacar proyectos como estos, y él mismo detalla que «muchos salen por la pasión, el cariño y las ganas que tienen nuestros cineastas de contar sus historias», ya que la mayoría «no pueden disponer de los recursos que desearían, pero aún así salen adelante». En el apartado técnico, por su parte, habla de «lo muy formados» que están y de la experiencia adquirida durante años gracias a «la industria de pelis o series extranjeras que se están nutriendo de profesionales de aquí».

Edu Biurrun

En cuanto a su experiencia personal, él mismo menciona la «suerte de poder entrar como meritorio de cámara» en la película La hora de los valientes, de Antonio Mercero, de 1997. «El meritoraje era la única manera de colarte en el mundo del cine», señala Biurrun que confiesa que le «cautivó el trabajo en torno a las cámaras, concretamente el segundo operador, Julio Madurga, considerado el mejor de aquellos años».

De manera ya profesional, Biurrun recuerda que fue «a través de entrar en el equipo de iluminación a principios de los 2.000 como llegué a tener la oportunidad de entrar de director de fotografía en programas de televisión y en series de ficción» como Lalola, deAntena 3, y llegó a la mencionada Llàgrima de sang de IB3. De hecho, sobre el ente autonómico, Biurrun comenta que espera que pronto «vuelva a apostar por producciones propias de ficción de calidad» ya que «las han hecho, las saben hacer y han tenido repercusión», y por ello responde a la pregunta sobre qué necesita la industria local que es «importante que las instituciones sigan apoyando con ayudas a la cultura como hasta ahora porque los creadores y las creadoras baleares no paran de pasear sus obras y recogiendo laureles por medio mundo contando relatos hechos en o desde nuestras islas».

Un instante del rodaje de ‘La Moderna’. Foto: CRISTINA SANZ

Y aunque Biurrun es, como decimos, un gran activo de la industria local, no solo trabaja en la Isla. Actualmente es el director de fotografía de la serie de TVE La Moderna, que acumula ya casi 300 episodios emitidos de los cuales más de 120 episodios han sido dirigidos desde la fotografía por parte de Biurrun. Se trata de una ficción de época que habla del salón de té que lleva ese nombre, La Moderna, situado muy cerca de la Puerta del Sol de Madrid.

Proyectos

En esta serie participa José Luis García Pérez, conocido actor que ha cultivado el cine, el teatro y la televisión y con el que Biurrun ha trabajado también en otro proyecto muy reciente, el cortometraje Urtajo, dirigido por Miguel Ángel Marqués, y rodado el pasado verano.

El de Marqués no es el único título en el que está o estará involucrado Biurrun que tenga sello isleño. Ya se prepara para rodar estos meses lo nuevo de Ricard Peitx, Domus Dei, así como el segundo cortometraje de Elitxo Garayalde, Vampirs al Arenal, que se llevarán a cabo a lo largo de 2025. Con ellos seguirá desempeñando su labor como director de fotografía que él mismo describe de la siguiente manera: «Fundamentalmente nuestro trabajo es trasladar una idea, un impulso pasional del director, a una forma concreta, a imágenes».