El escenario de Ses Voltes se quedó literalmente pequeño ayer por la mañana cuando, tras más de hora y media de representación de L’Adoració dels Tres Reis d’Orient, Bernat Pujol, codirector de la obra junto a Mateu Fiol, invitó a subir a todos los presentes que habían participado en años anteriores. Tras su propuesta, decenas de personas se levantaron y acompañaron al equipo para la foto de familia junto al propio alcalde, Jaime Martínez, que también fue participante hace ocho años. Al ver tal cantidad de gente, hubo quien exclamó «lo ha hecho toda la ciudad».
Fue el broche a una magnífica función en la que se celebraron los nada menos que 40 años de ímpetu en los que Pujol y compañía han puesto una nota de humor y de color al Día de Reyes a partir del texto de Llorenç Moyà, que se mantiene vivo año tras año gracias a las ‘morcillas’ que hacen entrar la actualidad en una obra que tiene décadas de historia.
Los Reyes Magos, con Miquel Àngel Contreras (en el centro) como Gaspar y con una imagen de la vaquilla del 'Grand Prix' de TVE.
Y es que esa es, de hecho, la mejor manera de describir qué es L’Adoració. Una obra que vive de reinventarse y reciclarse cada año a través de caras nuevas, gente de la calle, muchos de ellos poco o nada acostumbrados a estar sobre un escenario, que se entregan para una mañana festiva y, claro, reivindicativa.
Ayer, por ejemplo, se colaron en la búsqueda de Melchor, Gaspar y Baltasar del Niño Jesús decenas de temas introducidos de manera sutil, y muchas veces acertada, como el «Apartheid» que sufre Palestina a manos de Israel; la masificación turística; el problema de la vivienda; la prohibición de dormir en caravanas por parte del Ajuntament de Palma; la DANA en València y la exigencia de dimisión del president de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, por parte del pueblo valenciano; la lucha feminista; o las acciones del presidente del Parlament Balear, Gabriel LeSenne, de romper la fotografía de Aurora Picornell el pasado junio.
Àngel March como el Rei Herodes, un papel que ha realizado a la perfección.
Todos estos comentarios despertaban el aplauso general del público, aunque con algunas excepciones. Una de ellas, la más obvia, la del propio alcalde, Jaime Martínez, quien hace 8 años estuvo sobre el escenario como Majordom del Rei Herodes y a quien ayer le tocó encajar las críticas con estoicismo. Aguantó bien el alcalde, incluso cuando el Dimoni, interpretado por Nacho Jiménez, jefe de esta sección, le recordó sus ‘pecados’ al intentar «prohibir la pobreza en Palma».
El tiempo, por otro lado, sí respetó este año la función. Solo el viento amenazaba a veces con robar el protagonismo, pero el sol y la fresca se mantuvieron a rayas y todos los actores realizaron sus respectivas interpretaciones de manera no solo solvente, sino con una soltura envidiable. Sí, es cierto, hubo que tirar alguna vez del apuntador, en este caso una Lina Mira entregadísima en su papel de maestra de ceremonias, quien también aprovechó para realizar un alegato «en favor de la humanización» y en contra de «la polarización».
Bernat Pujol recibe el homenaje de manos del alcalde de Palma, Jaime Martínez.
Como decimos, el final de la obra fue el broche, con las flores para Pujol, Fiol y Rafael Pizarro (encargado del vestuario), además de una placa para el primero de los tres, a estos «primeros 40 años», como dijo el alcalde, en los que L’Adoració se ha encargado de mantener vivo el texto de Moyà a través de hacerlo presente con la viva actualidad y la viva voz de nada menos que los propios ciudadanos de Mallorca. Por otros 40 años de morcillas.
6 comentarios
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LobeznoYo opino lo contrario que tú, mira por donde.
patético como cada año
Enhorabona i gràcies
Fantàstic!
Entre Israel y Palestina tengo bien claro mis preferencias. Y no es Palestina.
Com sempre mesclant ous amb caragols