La directora de Arco, Maribel López. | Rodrigo Gatinho

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La feria de ARCO, dedicada al arte contemporáneo, es de las relevantes a nivel internacional y llega este año en poco más de un mes, del 5 al 9 de marzo, pero hoy habrá un aperitivo en Palma. Se trata del cóctel que Círculo Arco celebra esta tarde en Es Baluard Museu d’Art Contemporani, un evento que contará con la presencia de la directora de Arco, Maribel López. Con los nervios normales por la inminente fecha de la feria en Ifema, López habla de la importancia de «celebrar» los lugares que contribuyen a que Arco sea precisamente lo que es, entre los que se hallan tanto los espacios galerísticos de la ciudad, como los museos, los artistas y los comisarios. Una fiesta del arte.

¿En qué consiste el cóctel de esta tarde?
—Desde Círculo Arco nos gusta celebrar y reconocer a todas las personas, muchísimas, que apoyan Arco en España. Por eso tiene este aire de celebración, de cóctel. Es una forma de agradecer a quienes vendrán a Madrid y cuando David Barro, director de Es Baluard, lo propuso me gustó porque hacía tiempo que no hacíamos el evento en Palma.

Imagino que sirve también como una forma de estrechar lazos con los sectores artísticos alejados de la capital.
—Eso es fundamental. Mantener, cuidar y acercarnos a aquellos contextos no tan centrales. El otro día hicimos un evento similar en Murcia, antes en Valencia, Sevilla, Barcelona. La particularidad, y no pasa en todos los contextos, es que existan escenas de arte contemporáneo más allá de Madrid y Barcelona. Esto significa muchísimo porque si hay galerías de arte hay artistas, y si hay artistas hay comisarios.

¿Cómo se ve la escena local del arte en Palma desde Madrid?
—Es muy internacional, es rica, es compleja y hay galerías con muchísima trayectoria, como Pelaires, a proyectos más nuevos. La conocemos bien y por eso vamos. Es lógico que no todas las galerías puedan estar en Arco, y así también podemos conocerlas, hablar, que nos pregunten, etcétera. Al fin y al cabo, los procesos del día a día hacen complicado y no siempre tenemos el tiempo que nos gustaría para dedicarlo a todo el mundo.

La galería Pelaires fue una de las fundadoras de Arco y es una institución histórica en la Isla. ¿Cuál es su peso actual en Arco?
—No suelo hablar de una galería en particular, pero es importante para la feria. De hecho la he mencionado antes, por lo que ve lo importante que es.

¿Qué filosofía tiene Arco 2025?
—El trabajo es el mismo siempre. Arco debe ser un lugar de intercambio de ideas, de arte, de encuentros, conocimiento, discusión y todo esto se mantiene. Cierto que en 2025 el interés ha sido enorme y eso hace difícil el trabajo porque hay que seleccionar de las muchas personas que quieren participar, pero en ese programa general se refleja muy bien la naturaleza de la feria, que es algo internacional, pero desde el contexto español y pensando desde la península ibérica. No hablamos de lo global con la voluntad de reflejarlo todo y que no se nos escape nada y el arte tiene mucho que aportar. Este año ponemos el foco en Wametisé: ideas para un amazofuturismo, ponemos el foco dentro de esta lógica de inveistigación de sociedades, culturas que se conectan desde el agua.

¿Qué aportan las áreas que cada año llegan a Arco y orientan temáticamente las propuestas?
—Es justo. Es algo que tomo como una tradición del País Invitado, que estaba circunscrito a unas paredes con sus estands, y la feria seguía. En el momento en el que decido el cambio elimino el País Invitado, que creo que era poner límites, y la idea es pensar de otro modo en estos momentos. Por ello, dentro de la feria es un concepto independiente.

¿Debe el arte ser político?
—Personalmente considero que el arte es político, pero no solo el que hace referencia a la política. El arte es político porque política es el pensamiento que activa otro y genera preguntas. La incomodidad que genera el arte y nos ayuda a cambiar perspectivas. No creo que necesariamente sea hacer comentarios directos, aunque vivimos en unos tiempos en los que es comprensible que las personas cuyo lenguaje es el expresivo no pueden evitar recurrir y referenciar su presente.

¿Qué tipo de público atrae Arco?
—Somos muy grandes, con mucha historia, y queremos atraer a diferentes tipos de públicos. Para eso tenemos que aportar mucho. Si viene un coleccionista encontrará galerías; el artista que quiera conectar verá algo muy valioso en estas secciones; y el público no acostumbrado a ferias tendrá cápsulas que les harán sentirse seguros.

El año pasado Arco se celebró en marzo por temas logísticos, pero este año repiten fechas, ¿llegan para quedarse en marzo?
—Fue una oportunidad para valorar el cambio de fechas. Nos dimos cuenta de que la feria coincidía con vacaciones en países como Francia, y muchos no podían venir y queremos captar talento joven. El año pasado nos lo comentaron, celebraban el cambio, así que decidimos escuchar algo que parecía anecdótico.